Mucho se podría decir sobre las relaciones de amistad que había entre el dirigente libio Moammar Gaddafi y varios gobernantes europeos. Tal vez algún día sepamos los entretelones que hubo detrás de la ayuda que recibió Nicolás Sarkozy de parte de Gaddafi para poder ser elegido presidente de Francia (VER), por ejemplo. No es algo que pudiera enorgullecer al dirigente libio, pero tampoco al dirigente francés.
Tal vez también se podrá saber hasta dónde llegaron las ayudas mutuas entre el ex presidente espanol José María Aznar y el dirigente libio, que fue defendido por el dirigente fascista en abril del presente ano (VER).
El presidente italiano Berlusconi tal vez fue uno de los más generosos con el dirigente libio. Es muy posible que el cavaliere haya puesto a disposición de Gaddafi algunas de las muchas belinas que solían (y posiblemente aún es así) acompanar al presidente italiano en sus fiestas privadas, utilizando el dinero y los aviones del Estado italiano (VER).
¿Por qué ese entusiasmo en mantener tan buenas relaciones económicas con un dirigente político considerado por ellos mismos como terrorista? ¿Cuáles eran sus verdaderas intenciones halagando excesivamente con recibimentos honoríficos a quien ahora se desea ver muerto o prisionero?
Muchas preguntas quedarán sin resolver, por ahora.
No es un secreto ya que entre los combatientes de oposición libios hay mercenarios que han contado con el apoyo de las agencias de inteligencia europeas y norteamericana. Tampoco es un secreto que los rebeldes están inspirados en la vieja monarquía que fue desterrada de Libia hace algunos decenios. Paradójicamente, el grupo Al Qaeda también participa con apoyo a los rebeldes.
Ahora, el grupo palestino más radical (HAMÁS) felicita a los rebeldes libios por su avance y entrada a Trípoli (VER).
¿Cómo se entiende todo esto? Una de las explicaciones es que a las potencias colonialistas e imperialistas sólo les interesa llevar a cabo sus metas, sin importar los medios y sin importar con quién se pueden aliar en distintos conflictos bélicos. Las alianzas pueden hacerse con grupos considerados terroristas y enemigos. Es la parte más sucia de las intervenciones injerencistas armadas o de otro tipo que se llevan a cabo contra todos los gobiernos que se oponen a su política expansionista de Eastados Unidos y sus aliados.
Última hora:
Hasta esta minuto nada se sabe sobre el paradero del dirigente libio. Las noticias son muy difusas y no se pueden confirmar puesto que la OTAN se encargó de debilitar y destrozar las redes de comunicación del gobierno libio. Ahora los rebeldes han encontrado el camino despejado, gracias a los constantes bombardeos durante 5 meses.
Pero todo indica que la derrota de Gaddafi es inminente (VER).
Ver mi anterior artículo.
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