CAPÍTULO 4
OIR Y ESCUCHAR.
Fíjese en el siguiente diálogo:
-Oye… dime, ¿oyes lo que oigo?
-No sé… ¿qué es lo que oyes?
-Escucha con atención. Mira hacia allí, hacia la colina.
-Pues, de allí no oigo nada, por más que escucho.
-Bueno, tal vez sólo me ha parecido oírlos…
-¿Oír, qué? ¿Otra vez estás delirando?
-No. Es que siempre me ha parecido volver a oír los tambores aquellos…
-No, no. Más vales que los olvides.
-No puedo. Parece que el eco de esos tambores, hubieran quedado para siempre en mis oídos. Los oí tan claro aquella mañana…
-Escucha… creo que yo también los oigo, ahora. Sí, vienen de más allá de la colina.
-Ahora el que no los oye soy yo…
-¿Es que nunca estaremos de acuerdo, tú y yo?
-Calla y escuchemos juntos. Tal vez así los oigamos, al mismo tiempo, tú y yo.
En este diálogo se han usado correctamente los dos verbos.
Vamos a ver lo que significa oír:
Es la acción de percibir* algo con el oído. Nos damos cuenta de un sonido o ruido. Es la primera acepción del diccionario. Pero también significa atender a los ruegos, súplicas o avisos de alguien (segunda acepción). Hay más acepciones, pero esas dos son las más importantes.
Escuchar, sin embargo, significa: Prestar atención a lo que se oye; atender a un aviso, consejo o sugerencia; aplicar el oído para oír.
Por eso, podemos oír algo sin haber escuchado. Lo hemos oído sin que hayamos prestado atención para lograrlo, por casualidad.
También podemos escuchar con mucha atención, sin lograr oír, a causa de interferencias o por no agudizar el oído en forma correcta.
Los dos verbos significan cosas distintas, pero se complementan. Por eso ocupan el lugar que les corresponde, en el diálogo que he puesto de ejemplo.
* Percibir es ser conscientes de una información que recibimos a través de nuestros sentidos. Este lo puedo explicar, en mayor profundidad, en algún artículo sobre psicología.
AYUDE A DIFUNDIR ESTE ARTÍCULO, SI A USTED LE HA PARECIDO ÚTIL. CONTRIBUYAMOS A DIFUNDIR LA VERDAD.
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OIR Y ESCUCHAR.
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-No sé… ¿qué es lo que oyes?
-Escucha con atención. Mira hacia allí, hacia la colina.
-Pues, de allí no oigo nada, por más que escucho.
-Bueno, tal vez sólo me ha parecido oírlos…
-¿Oír, qué? ¿Otra vez estás delirando?
-No. Es que siempre me ha parecido volver a oír los tambores aquellos…
-No, no. Más vales que los olvides.
-No puedo. Parece que el eco de esos tambores, hubieran quedado para siempre en mis oídos. Los oí tan claro aquella mañana…
-Escucha… creo que yo también los oigo, ahora. Sí, vienen de más allá de la colina.
-Ahora el que no los oye soy yo…
-¿Es que nunca estaremos de acuerdo, tú y yo?
-Calla y escuchemos juntos. Tal vez así los oigamos, al mismo tiempo, tú y yo.
En este diálogo se han usado correctamente los dos verbos.
Vamos a ver lo que significa oír:
Es la acción de percibir* algo con el oído. Nos damos cuenta de un sonido o ruido. Es la primera acepción del diccionario. Pero también significa atender a los ruegos, súplicas o avisos de alguien (segunda acepción). Hay más acepciones, pero esas dos son las más importantes.
Escuchar, sin embargo, significa: Prestar atención a lo que se oye; atender a un aviso, consejo o sugerencia; aplicar el oído para oír.
Por eso, podemos oír algo sin haber escuchado. Lo hemos oído sin que hayamos prestado atención para lograrlo, por casualidad.
También podemos escuchar con mucha atención, sin lograr oír, a causa de interferencias o por no agudizar el oído en forma correcta.
Los dos verbos significan cosas distintas, pero se complementan. Por eso ocupan el lugar que les corresponde, en el diálogo que he puesto de ejemplo.
* Percibir es ser conscientes de una información que recibimos a través de nuestros sentidos. Este lo puedo explicar, en mayor profundidad, en algún artículo sobre psicología.
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