Si hay algo que me irrita son las discriminaciones de todo tipo y la intolerancia de algunas personas o grupos de personas contra otras, debido a su credo religioso, a sus características étnicas, a sus opiniones políticas o a su condición o comportamiento sexual.
Lo peor de todo son los insultos e incluso la acción violenta en contra de otras personas que piensan o se comportan en forma distinta a la de la mayoría, en un lugar determinado.
Tampoco es una buena señal el no intervenir en defensa de alguien que está en desventaja y sufre una agresión, ya sea verbal o física, especialmente si se está a cargo de una empresa que entrega un servicio a los clientes, que deben ser respetados.
Por eso me parece vergonzoso que ocurran situaciones como la que se presentó en un restaurante español, de acuerdo con la información que ha aparecido en el periódico PÚBLICO.
En pleno siglo XXI es increíble como debemos seguir aceptando que existan monarquías, fanatismo religioso, intolerancia y falta de argumentación válida en el caso de discusiones políticas. Así también es incomprensible que existan personas que no soportan que otras tengan un comportamiento sexual que se distancia del aceptado por la mayoría.
Podemos estar de acuerdo o no con algunas religiones. Podemos estar de acuerdo o no con algunas ideas políticas. Podemos estar de acuerdo o no con que los homosexuales puedan mostrar su cariño en forma abierta, así como lo hacen los heterosexuales. Pero de eso a agredir e insultar a una pareja por acciones que no son delictivas hay un paso enorme...
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