LA GRAN DESPROPORCIÓN Y LA MANIPULACIÓN MEDIÁTICA.
Serie de tres artículos
Como he afirmado en anteriores artículos, la gran mayoría de los medios de comunicación venezolanos están en manos de empresarios de la alta burguesía, es decir, de la oligarquía venezolana o de empresas multinacionales. Me atrevería a asegurar que actualmente la proporción es de un 90 % de medios en manos de los empresarios de la burguesía y un 10 % en manos del gobierno o afines al gobierno.
Al comienzo del primer período presidencial de la izquierda venezolana, esa desproporción era aún mayor, tal vez de un 98 % y 2 % respectivamente.
Esa desmesurada proporción es muy desventajosa para el gobierno socialista del presidente Hugo Chávez, porque es casi imposible llegar a la gran mayoría de los habitantes del país.
Pero no se trata sólo de la enorme ventaja en radioemisaoras, periódicos y canales de televisión. El peor problema o la mayor desventaja para el gobierno es que muchos (casi todos) medios privados (utilizando el término que suelen utilizar tanto oficialistas como opositores) recurren a la manipulación y a la mentira, de acuerdo con las ideas propagandísticas del nazi Goebbels: mentir, mentir, hasta que la mentira parezca verdad.
Todos los días se puede ver esa manipulación, que llega a ser tan burda y descarada que hasta un niño se puede dar cuenta de ello. Pero como las mentiras se repiten todos los días y a todas horas, el efecto es demoledor, hasta tal punto que muchos militantes y hasta dirigentes de los partidos de izquierda llegan a utilizar los mismos términos que le interesa inculcar a la burguesía. No pocas veces logran confundir a muchos de los seguidores de Chávez, los que son atraídos por las mentiras absurdas y caen en su mismo terreno, defendiendo ideas o hechos que son totalmente contrarios a los principios socialistas. Vamos a ver un ejemplo:
Conocido es el problema de la escasez artificial que crean los medios de comunicación gracias a campañas de temor. Se eligen determinados productos a los que mediáticamente se hace inaccesibles. Una vez conseguido el efecto y gracias al trabajo sistemático de comerciantes acaparadores, los consumidores vacían los anaqueles de los supermercados de los productos supuestamente escasos. Y dentro de poco tiempo se logra una verdadera escasez, hasta que las despensas de muchos consumidores ya no dan abasto en sus casas y los anaqueles se llenan nuevamente de productos.
Los defensores del gobierno se sienten incapaces de responder a la ola de rumores que se extiende por todas partes, cuando la escasez se extiende hacia varios productos y éstos se obtienen a mayor precio en negocios en donde están escondidos. Entonces, sin los elementos necesarios para hacer una buena argumentación, cometen el error de decir que es mentira lo de la escasez (que realmente es mentira pues es artificial), que hay mayor producción y que hay suficiente abastecimiento, lo que no es verdad pues los productos no se encuentran en ningún sitio o hay que hacer largas colas para adquirlos en algún mercal o pagar sobreprecio en algún negocio de comerciantes inescrupulosos. Este es un ejemplo de cómo se debilita a los defensores del proceso de cambios que vive el país.
Lo mismo ocurre cuando se busca ayuda en algún centro de salud, en la compañia de teléfonos o en cualquier otra empresa, ya sea privada o pública. Los problemas se exageran o se inventan, lo que muchas veces se logra haciendo sabotajes de toda índole.
Algunos personeros de gobierno, al no conocer la realidad que se vive en los barrios, cometen el error de desmentir la existencia de muchos problemas. Los mandos medios ocultan esos problemas y en muchos casos contribuyen a aumentarlos o crearlos.
La maquinaria burocrática que se heredó del sistema anterior (mejor dicho, del sistema que se pretente cambiar) se mantiene casi intacta y es un freno para muchos cambios. La misma, junto a la mentalidad susceptible a la corrupción que hay en mucha gente y funcionarios públicos, impiden que muchos servicios mejoren y que los ciudadanos vean los avances de la revolución.
Todo eso es aprovechado por algunos medios de comunicación, que obedecen a planes desestabilizadores de sectores políticos que desean llevar a cabo disturbios y todo tipo de conflictos que conduzcan a un Golpe de Estado. Miles de periodistas, que aparentemente jamás oyeron hablar de la ética moral o periodística, se ubican en sectores estratégicos para captar cualquier imagen que signifique descontento, para elaborar reportajes que tienen como único objetivo atacar al gobierno.
Durante el día de ayer resaltaron dos de esos miles de casos de manipulación mediática. Uno de ellos se trata de una entrevista que publica el diario EL NACIONAL, el cual publicó una entrevista hecha a la madre de un niño hospitalizado en el Hospital de Niños, de Caracas. En el reportaje del diario se afirma que en ese hospital no hay tratamiento contra la tuberculosis y que la madre del niño ha declarado en contra del hospital. Sin embargo, la señora desmintió la falsa noticia, al ser entrevistada por VTV (VER VIDEO).
Otra noticia es la protagonizada por un grupo de militantes de un partido de derechas que secuestró dos vagones del Metro de Caracas. Según una televisora opositora se trataba de usuarios descontentos con el servicio de ese medio de transporte, pero se demostró posteriormente que se trataba de activistas que pretendían obstaculizar la circulación normal del Metro, para crear una situación de caos, que en el peor de los casos pudo ocasionar una tragedia humana (VER).
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