Faltan pocas horas para que comience la última etapa del proceso electoral chileno, para elegir a un nuevo presidente. Los resultados con casi predecibles en un 99 %, aunque puede darse alguna sorpresa. Sin embargo, ninguna sorpresa va a significar grandes cambios en la política neoliberal, que es la continuación de la obra del dictador Pinochet.
Salí en octubre o noviembre de 1973 de mi país. Pensaba volver "en unos meses". Han pasado más de 36 años desde entonces. Y no tengo ya muchos deseos de regresar a un país que nada tiene que ver con el país que yo soñaba en mi juventud.
Sin embargo, nunca dejo de leer periódicos chilenos. Por eso estoy al tanto de los grandes acontecimentos que se suceden en ese largo y estrecho país, en el que nací.
No puedo negar que veces siento nostalgia y me gustaría volver a recorrer las calles de santiago, su capital. O las calles de mi pueblo natal,
Mulchén. O las calles de tantas ciudades que recorrí un día, en una gran aventura, buscando a un padre que sólo vi una sola vez en mi vida, cuando era niño. Desde
Valparaíso hasta
Coyhaique, pasando por
Concepción y Talcahuano, me gustaría volver a disfrutar de los hermosos paisajes de mi tierra, con su siempre presente fondo blanco, en el este, la
Cordillera de los Andes. Volver a oler los aromos, los eucaliptus y tantos otros árboles de flores o frutos fragantes. Ver mecerse sobre las aguas de un río las frondosas ramas de los sauces (llamados sauces llorones). Saborear el maqui, la mora, los piñones, los digüeñes y las castañas. Beber la chicha de manzana y saborear las mermeladas de cerezas, de albaricoques o de damascos. Subir corriendo por las laderas de las quebradas, en la predcordillera. pasear descalzo por las enormes playas, con suaves arenas o entre las rocas de la costa, azotadas por altas y fuertes olas. Llenar mis pulmones de la fragancia de los jardines o de las cocinas en las que se preparan empanadas, sopaipillas o humitas. Todo eso y mucho más me gustaría volver a sentir, oir, palpar o mirar de cerca.
Pero ¿Cómo volver y soportar moverse entre seres que han olvidado completamente la esperanza que un día hubo, de Justicia social? ¿Cómo permanecer callado ante tánta injusticia y desigualdad, tanto o peor que antes de la época de Allende? Por supuesto que el país ha "progresado". Hay muchos nuevos edificios, bellas autopistas y modernos centros comerciales, que nada tienen que envidiarle a los mejores del mundo. es por seo que los turistas quedan maravillados. A la belleza natural de Chile se le suma la belleza de la arquitectura, de las obras viales, de los modernos sistemas de transporte, etc. Los turistas no llegan a enterarse de la discriminación que sufren los
mapuches, que son uno de los pueblos originarios de la región. tampoco pueden darse cuenta del sufrimiento de millones de personas que siguen viviendo en la miseria, que deben competir por conservar sus puestos de trabajo (los que lo tienen) aceptando bajos salarios y pésimas condiciones de trabajo. Los que mejor están, se han endeudado hasta extremos increíbles y siempre tienen problemas para llegar a fin de mes.
Lo peor de todo es la impunidad que ha favorecido a los militares y civiles implicados en el Golpe militar del 11 de septiembre de 1973 y la opresión que sufrió el país durante la dictadura, con los asesinatos, las torturas y las desapariciones. Algo se ha hecho, pero no es suficiente.
No voy a analizar aquí la economía actual de Chile ni voy a profundizar en el debate político actual. pero me atreveré a predecir lo que puede suceder hoy, en las urnas.
Creo, como todas las encuestas indican, que el candidato de la derecha, el multimillonario
Sebastián Piñera va a ganar en la primera vuelta. Pero se deberá ir a una segunda vuelta para decidir quiens será el presidente de Chile.
Piñera representa a la oligarquía chilena, a los partidarios del fallecido dictador Pinochet, a los militares (que aún siguen en el poder, aunque esto no se vea claramente) a los terratenientes y a las empresas multinacionales, que han encontrado en Chile un mercado perfecto para obtener ganancias incontroladas, en desmedro de los pequeños productores y de los trabajadores
VER.
El ambiguo gobierno de Michelle Bachelet ha tenido algunas actuaciones correctas, pero no ha sido consecuente con su programa ni con los ideales socialistas. Y no se le puede pedir más, porque está amarrada por la institucionalidad burguesa y discriminatora que quedó como herencia de la dictadura, aunque en veinte años se ha logrado llevar a cabo algunos cambios importantes en ese campo, pero nunca suficientes.
Por eso, el candidato de la concertación,
Eduardo Frei, tiene escasas posibilidades de llegar a ser presidente, nuevamente. Este candidato presenta la continuidad de la ambigüedad o del fortalecimiento del neoliberalismo. Sus discursos son demagógicos y falsos. De ahí que cuente con el apoyo de su patido, el demócratacristiano. Frei puede estar bien con Dios y con el diablo. Puede cambiar de colores, como el camaleón. Así es la democracia Cristiana, compuesta por militantes de todas las clase sociales, pero dirigida por la alta y mediana burguesía. Por eso pueden aparentar estar al lado de los pobres, pero sus verdaderos intereses son los de los grandes empresarios y algunos sectores de la clase media alta.
En la izquierda hay dos hombres que van a lograr un puesto importante, en la primera vuelta. Pero difícilmente van a superar a Frei. Uno es
Marco Henríquez Ominami. El otro es
Jorge Arrate. Los dos candidatos eran militantes del partido socialista y pueden ser (cualquiera de los dos) mejor alternativa que Eduardo Frei, aunque ninguno de los dos se plantea una política derdaderamente de izquierda. Uno de estos dos candidatos puede ser mejor candidato para medirse en primera vuelta con Piñera. Pero es Frei el que tiene mayores posibiliades de serlo, si obtiene mejor votación, entre los tres.
Pero, como dije antes, pueda haber sorpresas. Lamentablemente, ningua sorpresa puede salvar a Chile del empresario Piñera. A menos que el pueblo chileno madure rápidamente (su madurez tal vez no se ve en este momento, pero existe y no se ha manifestado) y se decida por un verdadero cambio hacia la izquierda.
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Nota del 13 de diciembre. Ver enlace de hoy en: