Estocolmo parece una ciudad sitiada. Los vehículos policiales están patrullando por todas partes, supongo que han venido fuerzas de refuerzo de otras ciudades. El centro de la capital sueca está bloqueado en gran parte para garantizar la seguridad y tranquilidad de Obama, que visita el país nórdico manana 4 de septiembre.
No se sabe si el presidente estadounidense será transportado por la autopista, desde Arlanda (aeropuerto internacional situado a 42 kilómetros al norte de Estocolmo y a 28 kilómetros de Sollentuna, donde vivo) o si viajará en helicóptero hasta un lugar seguro.
A lo largo de la autopista E4 se puede ver como la policía revisa los techos de muchos edificios altos, tal vez suponiendo que en alguno de ellos se pueden apostar francotiradores. Las estaciones de trenes y metro están siendo vigiladas. El ejército está colaborando con la policía y la Fuerza Aérea está patrullando los cielos de Estocolmo. La autopista, por donde transitan miles de vehículos al día, estará cerrada durante el viaje de Obama hacia el centro de Estocolmo. El presidente Obama tiene, entre sus acompanantes, a siete agentes de Secret Service fuertemente armados, con permiso de las autoridades suecas.
Suecia y su capital son lugares tranquilos. Sólo en contadas oportunidades ha ocurrido atentados, como fue el asesinato del Primer Ministro Olof Palme en el ano 1986 (VER 1 - VER 2). La visita de Obama puede intranquilizar a mucha gente, porque nunca se sabe si hay algún grupo que pueda atentar contra la vida de una persona tan contradictoria, cuya credibilidad está por el suelo. Ante esto sólo cabe tener la esperanza de que nada ocurra. Un atentado contra el presidente Obama podría acarrear graves consecuencias, tanto para el país anfitrión como para el desarrollo de la actividades guerreristas a punto de llevarse a cabo contra de Siria.
Hay grupos que rechazan la política guerrerista de Obama y han programado manifestarse manana en Medborgarplatsen, en una zona céntrica de Estocolmo.
