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miércoles, 23 de marzo de 2022

UCRANIA: INTERVENCIÓN, GUERRA, INVASIÓN. ¿QUÉ ES?

¿Qué sucede en Ucrania, desde hace 28 días? Para Rusia es una intervención, en defensa de las minorías rusas que son mayoría en la región del Donbás. Para el resto del mundo, es una invasión. Y es la verdad. ¿Por qué se empeña Vladimir Putin en que no se trata de una invasión? Su explicación es que se interviene en un conflicto entre un país y dos regiones que se han declarado independientes. Esas dos regiones han sido bombardeadas durante 8 años por el ejército ucraniano y han ocasionado miles de muertos. En ambas regiones se han llevado a cabo plebiscitos que respaldan la independencia. Lo mismo sucedió antes, en Crimea, una región que decidió, por plebiscito, declarar su independencia, primero, y adherirse a Rusia, posteriormente. Esos son hechos reales, como también es real que se trata de una invasión. 

En Ucrania hay una guerra, no se puede negar. En una guerra hay dos bandos en pugna. Las invasiones y las guerras no son el camino para conseguir objetivos políticos, geográficos ni de otra naturaleza. Por eso tampoco se justifican los cientos de invasiones y guerras en las que ha participado Estados Unidos o que han sido alentadas y financiadas por este gigante de América del Norte. Actualmente se pide la cabeza de Vladimir Putin. Se lo acusa de criminal de guerra, de genocida, de asesino. Toda la gran maquinaria publicitaria de occidente lo repite cada día, ilustrando con imágenes y videos los horrores de la guerra. En miles de reportajes se muestran los horrores del conflicto. Las noticias se repiten todos los días, desde la mañana hasta la noche, en todos los canales de televisión, en todos los periódicos, en todas las llamadas redes sociales y radioemisoras. Nunca antes se ilustró con tanta repetición y con tanta fuerza la destrucción y los sufrimientos de una población, de la muerte de seres humanos. Da la impresión de que nunca antes hubo otra guerra, con excepción de las dos anteriores guerras mundiales. Es más, da la impresión de que esta guerra es peor que esas guerras mundiales. Nadie se acuerda de las intervenciones militares de Estados Unidos en miles de conflictos bélicos. Nadie se acuerda de los millones de muertos y heridos provocados por todos los golpes de estado ni la instauración de dictaduras militares en decenas de países latinoamericanos. Cada uno de esos golpes y las guerras auspiciadas o llevadas a cabo por Estados Unidos, con los millones de crímenes que se cometieron, deberían ser causa de acusación de crímenes de guerra y asesinatos, en los cuales estuvieron involucrados todos los presidentes estadounidenses y muchos gobernantes de otros países que los apoyaron, como Canadá, Australia, Alemania, Reino Unido, España, etcétera. Nunca se inició juicio alguno contra esos sospechosos de genocidas y asesinos. Pero ahora se acusa a Vladimir Putin. Pues bien, si hay sospechas o motivos para acusar a Putin, que se lo lleve a juicio. Pero, al mismo tiempo, se debe llevar a juicio a Ronald Reagan, George Bush (padre e hijo), Barack Obama, Donald Trump y Joe Biden, entre otros. Todos ellos deberían responder por los crímenes contra la humanidad de los que pudieran ser responsables. Si son inocentes deben ser absueltos, si no lo son deben ser castigados, pero todos deberían ser juzgados, sin excepción, no sólo Vladimir Putin. 

El presidente ucraniano Volodimir Zelensky puede hablar libremente, por vía telemática, en los congresos de Estados Unidos y de otros países, como Francia, Italia, por ejemplo y posiblemente lo hará en todos los demás países europeos. Para ello tiene tiempo ilimitado y sin tener absolutamente ninguna voz en contra, que pueda cuestionar su alocución. Seguramente, también lo hará en el parlamento canadiense, australiano y de muchos otros países. En todos esos lugares lo ovacionarán y, como hasta ahora, le darán gran cobertura en todos los medios de comunicación. ¿Se le dio antes esa oportunidad a algunos de los gobernantes de países que sufrieron agresiones sangrientas como Salvador Allende, Evo Morales, Hugo Chávez y otros tantos líderes y mártires que lucharon por la paz y la igualdad social en América latina? ¿Se le da esa oportunidad a los dirigentes palestinos que luchan por la liberación de sus territorios ocupados por Israel? ¿Le darán la misma oportunidad al Frente Polisario, que lucha por la independencia del pueblo saharauí, cuyos territorios están ocupados por Marruecos? ¿Se le dará la misma posibilidad a los luchadores yemenitas, que luchan contra la agresión de Arabia Saudí? Nunca. Al contrario, a todos ellos se los han intentado acallar, ridiculizar o ignorar. Incluso, sabiendo que los golpes de estado y las invasiones eran ilegales, se las justificó y se las apoyó.

Qué difícil es buscar información en los medios de comunicación, todos al servicio de un solo bando. Hay que leer entre líneas lo que se supone está sucediendo. Pero no basta con eso. Hay que investigar y repasar la historia, aunque eso tampoco es de gran ayuda, cuando la mayor parte de los textos históricos están siendo reemplazados por la propaganda política occidental. Ojalá las generaciones futuras puedan rescatar la verdad, algún día.