Cuando veo la foto publicada en periódicos españoles, que seguramente ha sido publicada en otros países, siento una profunda tristeza y repulsión. Mi tristeza es por la muerte de esos niños inocentes, que aviones extranjeros bombardean, con el pretexto de perseguir a terroristas.
Fuente (Público, Espana) ABRIR
Esta es ya la enésima vez que sucede esto y de lo que se tiene conocimiento. Muchas otras muertes ni siquiera son publicadas, porque logran ser ignoradas u ocultadas.
Quienes aprietan gatillos y botones que lanzan bombas o misiles son los mismos que han asesinado periodistas en muchas oportunidades. La respuesta es siempre la misma: silencio. O reconocimiento de un "error", en el mejor de los casos. Pero nunca se reconoce de que son asesinatos. Primero, porque jamás se toman las precauciones para evitar heridos y muertes entre civiles. Segundo, porque se trata siempre de extranjeros mercenarios o soldados de potencias imperialistas que son obligados a luchar por principios que ellos jamás van siquiera a entender.
Muchos de los ejecutores de esos asesinatos terminarán sus vidas en míseras condiciones y con serios problemas psicológicos. Son los instrumentos de los asesinos que dirigen países y ejércitos que se consideran los amos del mundo.
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