No es verdad. El hambre no amenaza a todos los habitantes del planeta (por lo menos no a corto ni mediano plazo) sino a una parte de la población. Eso sí, se trata de gran parte de la población mundial. Como siempre, los afectados son las familias de escasos recursos, los desempleados, los pensionados, etc. Y por supuesto, la mayor parte de los afectados se encuentran en los países menos desarrollados.
Los países técnica y económicamente más desarrollados tienen mayores posibilidades de enfrentar el problema del abastecimiento de productos alimenticios, además de todos los otros productos necesarios para el desarrollo de sus economías. A pesar de que sus gobernantes y empresas multinacionales son los culpables principales de la menor producción de alimentos, pueden paliar mejor esos problemas, gracias a las políticas proteccionistas que adoptan, en desmedro de los intereses de los países menos desarrollados.
En estos últimos, en los que la gran mayoría de los gobernantes aplican políticas neoliberales y entreguistas, la desigualdad aumenta y las grandes masas de trabajadores y desempleados sufren las consecuencias del fracaso de sus políticas económicas. Por lo que las consecuencias negativas se multiplican.
Los países que tienen gobiernos considerados progresistas o de izquierda también sufren las consecuencias, porque deben pagar los alimentos a muy altos precios en el mercado mundial, controlado por los países ricos, por el Banco Mundial y por el FMI.
En todos los países del mundo se debería adoptar medidas que permitan aumentar la producción de alimentos, al mismo tiempo de hacer campañas para aprovechar en mejor forma todos los productos, integrar a la alimentación productos nuevos, de fácil cultivo o reproducción y enseñar a la población a limitar la consumsión de alimentos nocivos para la salud e incluso eliminar algunos.
Invito a mis lectores a leer la serie de artículos en este mismo blog: PLAN ALIMENTARIO, PARTE DE LA SOLUCIÓN AL PROBLEMA DEL HAMBRE. Ponga la palabra plan en buscar y encontrará toda la serie.
La Humanidad debe resolver muchos problemas para asegurar su existencia. Entre los más importantes tenemos la conservación del ambiente, el aseguramiento de los recursos energéticos y el suministro de agua potable, además de la alimentación. Si esos problemas no son tomados en serio, lo único que dejaremos a nuestros hijos y nietos será un paisaje sombrío, con enormes desiertos y con aguas contaminadas, ya sea por distintas combinaciones químicas o por sustancias radiactivas. Será un paisaje de muerte, en donde sólo las ratas y los escarabajos podrán sobrevivir, si es que lo logran.
Todos debemos aceptar nuestra cuota de responsabilidad. Cual más, cual menos, todos podemos hacer algo por salvar la vida del planeta, por asegurar a nuestros descendientes un ambiente sano, que les otorgue bienestar y justicia social.
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