En aquella época hice muchas investigaciones sobre materiales y qué tipo de propulsión se podría utilizar. Pero la dedicación a mi trabajo de la auto-escuela me impidió profundizar en el tema y llegar a construir un prototipo. La tecnología no estaba tan avanzada como hoy. Creo que ahora ya se acerca el día en que alguien que tenga recursos económicos suficientes y acceso a información adecuada lo pueda llevar a cabo. Es posible que se hayan inventado todos los mecanismos que permitan construir los dispositivos necesarios para su funcionamiento. En cuanto a la propulsión, ésta puede ser en base a un motor eléctrico, combinado con campos de fuerza (
nota del 12 de noviembre, 2015 VER ENLACE CAMPOS DE FUERZA) que permitan eliminar la fuerza de gravedad. También se podrían utilizar otras formas de energía, incluyendo la nuclear, si se logra la seguridad necesaria.
La idea se divide en varias fases, lo primero es la cápsula en sí, que podría llamarse cápsula autónoma individual antigravedad (CAIC).
1.- Al salir de casa la persona entra a una cápsula que lleva un estabilizador en la parte inferior. La cápsula se desliza por el aire, a unos pocos centímetros del suelo. No necesita ruedas ni ningún otro artilugio para deslizarse. En el momento de detenerse, se despliega un sistema de adherencia al suelo o un flotador. Se avanza con un dispositivo que elimina la fuerza de gravedad pero sin hacer ruido ni levantar polvo. El dispositivo eliminador de la gravedad puede adaptarse a cualquier terrreno, ya sea pavimento, gravilla o agua. La velocidad está amortiguada para que la cápsula no se mueva muy rápido. Tampoco se podrá elevar demasiado, máximo unos 50 centímetros sobre el nivel del suelo. En esa forma se evitan accidentes o actuaciones delictivas. A nadie le gustaría que un objeto pueda ir a altas alturas y con él se pueda espiar viviendas u otros lugares donde se debe mantener la privacidad. Nota del 12 de noviembre, 2015: actualmente existen drones de todo tipo que cualquiera puede comprar y utilizar para tomar fotografías, por ejemplo, un gran peligro para la privacidad y la intimidad. La cápsula sería transparente y llevaría sensores que impidan chocar con otras cápsulas u otros objetos, personas o animales. Nota del 12 de noviembre 2015: Muchos automóviles con tecnología de última generación, como el Volvo V40 que yo uso, tienen sensores y sistemas de frenado automático, en caso de que el chofer no alcance a frenar a tiempo ante un peligro. También debe llevar reflectantes (catadriópticos) para que se la pueda ver desde lejos. El ambiente en el interior de la cápsula debe ser regulable, sin que exista la posibilidad de exceso de calor o de frío, más o menos como el clima automático de un automóvil moderno y sin que puedan entrar elementos extraños ni gérmenes patógenos.
Las ventajas de traladarse en una cápsula con muchas. En primer lugar porque se podría salir a la calle indiferentemente de qué tipo de tiempo hace; lluvia, sol, nieve, mucho frío o mucho calor. También puede llevar un sistema de iluminación si hay oscuridad. En ella se puede ir de pie o sentado. En la pared delantera (que sería el parabrisas de un automóvil) va una pantalla digital en la que se puede ver televisión o navegar en Internet. Además habría una serie de dispositivos que avisen sobre el lugar exacto donde se está en cualquier momento y qué distancia hay hacia la meta que nos hemos propuesto. Hacia la meta podemos ir en forma manual, eligiendo distintos caminos si queremos disfrutar del paisaje. Pero también se la podría dirigir con piloto automático.
El asiento sería despegable y podría adaptarse para cualquiera de nuestras preferencias o necesidades. Se podría transformar, por ejemplo, en una bicicleta estática. También habría dispositivos para hacer ejercicios con las manos. Si la persona quiere descansar, el asiento se adapta con suficientes grados de inclinación. En esa forma hasta se puede viajar durmiendo.
Hasta ahora he descrito la primera fase, únicamente algo de cómo debería ser la cápsula. Aún debo explicar más sobre la construcción de la misma y qué tipo de materiales se puede usar. Luego viene lo más importante: la integración de la cápsula a un sistema de tuberías que la propulsará a altas velocidades para llegar a muchos kilómetros de distancia.
Esta entrada se irá ampliando y actualizando durante los próximos días. Lo importante es dar a conocer la idea para que alguien pueda continuar con el diseño, si antes no logro construir un prototipo.
Actualización el 12 de noviembre, 2015:
SOBRE EL FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA DE TRASLADO DE LAS CAIC:
Hay muchas formas en que las CAIC (cápsula autónoma individual antigravedad) se podrían desplazar a altas velocidades en un sistema de tuberías o túneles.
Para ello se pueden combinar dos o más sistemas de propulsión.
1.- Un sistema de aire comprimido. Este sistema consiste en comprimir gas en una gran cámara, que permita propulsar a varios vehículos o cápsulas a la vez, en tubos cilíndricos en línea recta o con curvas de ángulo muy obtuso. Esto no tiene nada que ver con los experimentos que se han hecho de hacer funcionar un vehículo con aire comprimido que va montado en el mismo vehículo, algo imposible de lograr porque se necesitaría una cantidad increíble de gas y un sistema para producirlo, a menos que se descubriera una forma de “reciclarlo” continuamente.
2.- Un sistema de propulsión magnética, gracias a imanes que están en el suelo o en las partes laterales de los túneles, algo muy similar a los sistemas de levitación con los que se mueven algunos trenes de alta velocidad, que alcanzan velocidades superiores a 600 km/h. Esos trenes ya han estado funcionando desde hace muchos años.
3.- Combinación de los dos sistemas.
4.- Combinación con un sistema eléctrico o de otro tipo.
Las CAIC entran al sistema de tuberías en estaciones en las que se incorporan a tubos o túneles a una velocidad baja, para luego incorporarse a tubos más grandes hasta llegar al tubo principal. Las CAIC viajan por ese tubo o túnel principal, que las desplaza a una velocidad de hasta 1000 km/h o más. Gracias a dispositivos especiales, en las curvas se abren tubos laterales que separan a las cápsulas del tubo principal y amortigua su velocidad. Estos tubos laterales trasladan las cápsulas a las estaciones de “enganche” para que puedan volver a funcionar en forma individual.
Esta nueva forma de transporte puede reemplazar completamente todos los sistemas actuales de transporte terrestre y parte del transporte marítimo, por lo menos en lo que se refiere a transporte de pasajeros. Sería una forma más rápida, cómoda y segura. Por otra parte, es una forma menos contaminante. La infraestructura necesaria para construir las redes de túneles costaría menos dinero que lo que se emplea actualmente en carreteras, puentes y túneles en los que se utilizan enormes cantidades de hormigón, metales y muchos otros materiales que se van desgastando rápidamente a causa de la fricción entre ruedas y rieles, ruedas y pavimento, etc. Sería un sistema ecológico en todo el sentido de la palabra. Por supuesto que un sistema como el descrito aquí sería una amenaza para muchas empresas que dependen de la fabricación de materiales de construcción, combustible, neumáticos, motores y muchos accesorios de todo tipo. Por tal motivo, difícilmente van a aceptar que la instauración de un sistema similar pueda concretarse. Pero las futuras generaciones tendrían una mejor esperanza de vida, en un planeta menos contaminado y con mayores reservas naturales.
Por ahora, hasta aquí…
Esa era la idea y podría ser muy actual ahora que nos enfrentamos a una pandemia. Recordemos que después de esto pueden venir pandemias peores. Además, siempre ha habido enfermedades infecciosas y las muertes por esas enfermedades (anualmente) han sido, hasta ahora, mayores que las de la actual pandemia.
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