No me refiero a la gente común, que es fácilmente influenciada por los medios de comunicación y por las informaciones de sus gobiernos o por partidos políticos de derechas. No se los puede culpar de tomar partido por una parte u otra, puesto que carecen de información suficiente. Me refiero a los gobernantes de todos los países que apoyan, directa o indirectamente al gobierno sionista de Israel. A ellos debería darles vergüenza su actitud y sus acciones.
Todos (o casi todos) intentan convencer al resto de que un conflicto empezó el siete de octubre de 2023, de la misma forma en que se afirma que la guerra de Ucrania comenzó en 2022. El siete de octubre hubo un atentado deplorable, porque Hamás atacó a civiles y tomó rehenes civiles. El ataque se puede entender como parte de la defensa de los intereses de su pueblo, el palestino. Hay que recordar que Hamás ganó las elecciones en la Franja de Gaza, porque era el grupo armado que más defendía los derechos de un pueblo despojado de sus tierras. Por lo tanto, cumplían con su deber. Pero debieron atacar solo objetivos militares y tomar prisioneros militares. Hay que recordar que Israel tiene miles de presos palestinos secuestrados, a quienes no se les ha dado la posibilidad de un juicio justo. Además, los delitos por los que se les acusa es por defender al pueblo palestino, que tiene derecho a existir y vivir en sus tierras.
Todos podemos estar de acuerdo de que se debe condenar un ataque como el que efectuó Hamás, por sus características, por atacar gente inocente, por matar a gente indefensa.
Pero también hay que condenar, en primer lugar, la ocupación ilegal de tierras palestinas por el estado sionista de Israel, que es el origen del conflicto de hace más de 75 años. En segundo lugar, hay que condenar el asedio que se acentúa con los bombardeos en los que mueren (en mayor cantidad, civiles) palestinos inocentes, entre los que se cuentan miles de niños. También se debe condenar el encierro al que se somete toda la población de Gaza, al castigo colectivo, al bloqueo total de suministros de agua, electricidad, alimentos y medicinas.
Hay reuniones de todo tipo, en las que participan gobernantes europeos, dirigentes de la EU, de la ONU y de países árabes. Pero no se condena al invasor, no se condena al causante del sufrimienrto, tanto de palestinos como de judíos, al gobierno de Israel.
Se llega a lo absurdo de que se diga que se debe avisar si se bombardea (esto lo dice el propio Hamás). Pero lo que se debe hacer es prohibir que haya más bombardeos. Los militares israelíes exigen que el los gazatíes se vayan de la parte norte de Gaza a la parte sur. Y los representantes de los países dicen que eso no se puede hacer en 24 horas (que fue el plazo que se dio al comienzo). Pero es que Israel no tiene derecho alguno para obligar a la población de una nación a dejar sus hogares. Y cuando parte de la población huye a la parte sur, también son bombardeados allí. Se los engaña y se los envía a lugares tan inseguros como en el punto de salida.
Estados Unidos envía más armas, incluidos portaaviones, para fortalecer aún más a un país que está armado hasta los dientes. La mejor de las ayudas para combatir a un puñado de soldados palestinos (sean de Hamás o no). Israel moviliza a 300 000 reservistas para sumarlos al gran ejército regular y así aplastar (a lo máximo) unos pocos miles de milicianos que sobreviven en los escombros de lo que han dejado los bombardeos. La mayor maquinaria militar del ejército israelí está lista para entrar (si no lo han hecho ya) para matar a todo ser viviente que encuentren. Porque cualquiera que siga en su patria se lo catalogará como miembro de Hamás o colaborador de Hamás. Por lo tanto, hay que matarlos. No van a tomar prisioneros, porque la idea es aniquilarlos completamente. Luego podrán edificar allí una nueva ciudad y nuevos asentamientos para los israelíes. Esa ha sido la idea de siempre, si no lo han hecho antes es porque necesitaban una excusa. Ahora la tienen.
Y la mal llamada comunidad internacional nada hace para detener los crímenes que se cometen todos los días, nada hacen para detener el genocidio. Porque saben que es un genocidio, lo reconocen. Sin embargo, en lugar de tomar medidas para obligar a Israel a retroceder y acatar todas las resoluciones de las Naciones Unidas, se los justifica. Se insiste en que Israel tiene derecho "a defenderse".
ENLACES:
ISRAEL CONSIDERA A LOS PALESTINOS UN PUEBLO INFERIOR
LA HOJILLA, DE MARIO SILVA. Aquí se habla algo sobre el prolema israelí-palestino. El vídeo tarda en comenzar, hay que tener paciencia. Antes de hablar sobre el tema de Palestina, se habla sobre otros problemas, relacionados con Venezuela.
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