LA VERDAD, SIEMPRE LA VERDAD.

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sábado, 26 de marzo de 2022

EXIJAMOS EL FIN DE LA GUERRA, FIN A LA INVASIÓN RUSA EN UCRANIA.

Es hora de terminar con la invasión de Rusia en Ucrania. Después de UN MES de intervención militar en otro país, es hora de exigir la retirada de las tropas rusas de Ucrania. Las dos partes en conflicto deben encontrar una solución negociada. Lo primero es un alto el fuego. Luego, conversaciones y esfuerzos por llegar a un acuerdo que garantice la paz y la soberanía de ambos países.

EXIJAMOS, TAMBIÉN, EL FIN DE LA OCUPACIÓN ISRAELÍ DEL TERRITORIO PALESTINO

El territorio palestino ha estado ocupado por Israel durante 55 AÑOS. Pese a las innumerables resoluciones de las Naciones Unidas, en contra de la ocupación y la creación de asentamientos, Israel sigue ocupando territorios que no le pertenecen. La retirada del ejército israelí debe llevarse a cabo lo antes posible y luego de debe crear las condiciones para garantizar la existencia de los estados de Israel y Palestina.

EXIJAMOS, TAMBIÉN, EL FIN DE LA OCUPACIÓN DEL TERRITORIO SAHARAUÍ POR MARRUECOS.

Marruecos ha ocupado el territorio saharauí durante 47 AÑOS. Los saharauís tienen derecho a su independencia, de acuerdo a las resoluciones de las Naciones Unidas. Cualquier otro acuerdo con Marruecos, que no respete la independencia y autodeterminación del pueblo saharauí debe ser rechazado por la Comunidad Internacional.

EXIJAMOS EL FIN DE LA OCUPACIÓN DE LA PROVINCIA CUBANA DE GUANTÁNAMO, POR ESTADOS UNIDOS

Es incomprensible que Estados Unidos tenga una base naval en un territorio que le pertenece a Cuba. No es justo basarse en un acuerdo al que llegaron los gobiernos de Tomás Estrada Palma y Theodore Roosevelt, en el que Cuba entregaba una parte de su territorio en "arrendamiento" por una suma irrisoria suma de 2 000 dólares anuales, un acuerdo engañoso, impuesto por el gobierno de Estados Unidos. Eso ocurrió hace 119 AÑOS

EXIJAMOS EL FIN DEL BLOQUEO ECONÓMICO QUE EJERCE ESTADOS UNIDOS CONTRA CUBA.

El bloqueo económico norteamericano se inició hace 64 AÑOS y ha ocasionado enormes pérdidas económicas a las isla caribeña, lo que ha impedido su desarrollo económico, provocando dificultades de todo tipo entre su población. Cada año, la mayoría de los países del mundo votan en contra de ese injusto bloqueo, el que se mantiene con sólo el apoyo de uno o dos países. La votación es un ejemplo de democracia, pero Estados Unidos  no respeta las deciciones de la abrumadora mayoría. El bloqueo ha causado muertes y miseria durante demasiado tiempo.

EXIJAMOS EL FIN DEL FINANCIAMIENTO DE GRUPOS TERRORISTAS Y GOLPISTAS EN LA MAYORÍA DE LOS PAÍSES LATINOAMERICANOS Y DE OTROS CONTINENTES

Durante muchos decenios, Estados Unidos ha estado financiando a grupos golpistas y terroristas en América Latina y en otros continentes. Una de las muchas organizaciones norteamericanas que se ocupa de estas tareas es la USAID (disfrazada de organización humanitaria"), uno de los muchos tentáculos de la CIA, destinado a desestabilizar gobiernos con todo tipo de sabotajes y actos criminales. La lista de Golpes de Estado y la imposición de dictaduras militares o la instalación de gobiernos títeres al servicio de Estados Unidos es muy larga y todo el mundo debería conocerla. Sobre esto y sobre muchos otros sucesos similares se habla poco o nada, no tiene importancia para las élites gobernantes de los países occidentales.

LA COMUNIDAD INTERNACIONAL DEBERÍA EXIGIR EL FIN DE TODO TIPO DE INVASIONES MILITARES, GOLPES DE ESTADO, BLOQUEOS ECONÓMICOS, SANCIONES Y SABOTAJES QUE SE ESTÁN LLEVANDO A CABO EN MUCHOS PAÍSES DEL MUNDO. Todo eso desde hace MUCHO MÁS DE UN MES.

¿Hay alguien que no esté de acuerdo con esto? Todas las guerras e invasiones provocan muertes, heridos, destrucción de viviendas, hambre y desolación. Todos los golpes de estado también las ocasionan. Las sanciones y bloqueos económicos también causan muerte, hambre y enfermedades. 


jueves, 24 de marzo de 2022

UCRANIA: UN MES DE GUERRA. ¿CUANDO SE DETENDRÁ? ¿SE TRATA SÓLO DE UCRANIA?

Un mes de guerra. ¿Hay posibilidades de detenerla? ¿Puede Rusia mantener una guerra tan larga? ¿Se trata solo de Ucrania o de mucho más? ¿Qué consecuencias hay si Europa no se mantiene al margen? 

Dos bandos se enfrentan: Rusia y Ucrania. Pero no se trata solo de eso. Las causas vienen de muy lejos, en el tiempo. Y son muchas las fuerzas implicadas. Se trata del dominio del planeta, por parte de Estados Unidos y sus aliados europeos y de otros continentes, en uno de los bandos. En el otro bando está Rusia, aparentemente sola en estos momentos. Si lo que está ocurriendo hoy hubiera ocurrido hace 100 años, ya estarían participando todos los países europeos y de otros continentes. En realidad, no es que no estén interviniendo en el conflicto. Lo hacen, pero no en forma demasiado directa, aunque en forma disimulada e indirecta. La intervención se lleva a cabo con todo tipo de ayuda para el bando ucraniano: económica, militar, mediática, cultural, artística y deportiva. Estados Unidos ha aplicado sanciones desde hace años, las que ahora se han intensificado. Sus socios europeos las aplican, también desde hace mucho tiempo y ahora secundan al país norteamericano en la adopción de casi todas las medidas. El bloqueo es total, como nunca antes lo fue contra otro país del mundo. En Suecia se llega a terminar de producir productos suecos que tienen nombre ruso, por ejemplo. Como si el nombre de un yogur fuera dañino para la salud o para la cultura "occidental y cristiana". No sólo se prohíben los vuelos de aviones rusos y las operaciones bancarias, sino que se elimina la posibilidad de que la gente pueda escribir cartas o enviar algún tipo de ayuda por correo.

El presidente ucraniano habló hoy en el parlamento sueco. Nuevamente ha pedido más sanciones, más ayuda militar, más armas y bloqueo total a la importación de petróleo. Irresponsablemente, Zelensky pide que se intervenga en forma completa. Como ya ha dicho en muchas oportunidades, según él Rusia conquistará a Ucrania y luego seguirá conquistando otros países. Específicamente vaticina que Rusia se va a apoderar de una isla sueca de importancia estratégica vital: Gotland. Y es verdad que Rusia puede atacar otros territorios, si sus países entran directamente en la guerra. Si Suecia y los otros países no intervienen, no corren peligro alguno. Intentar arrastrar a otros países a participar más activamente, es provocar lo más absurdo: el inicio de una guerra nuclear. Suecia ya se ha involucrado demasiado, con toda la ayuda que está enviando a Ucrania y con su participación en ejercicios militares junto a Noruega y la OTAN, rompiendo con su política de neutralidad. Si se continúa aumentando la ayuda, enviando más de sus sofisticadas armas, como misiles de alto poder destructivo a Ucrania, se está exponiendo a un gran peligro.

¿Por qué, justamente, los aliados occidentales no han ido más allá, aún? La respuesta es obvia: porque cualquier acción directa los puede arrastrar a una guerra nuclear. Ahora ya están tomando medidas para defender a Ucrania de ataques químicos y biológicos, e incluso de tipo nuclear. Pero esas medidas que se anuncian y vitorean, no tienen sentido alguno. Si estalla una guerra nuclear, los ataques no serán en Ucrania. Los objetivos militares están muy lejos del actual escenario de guerra. Los objetivos rusos serían puntos importantes en Estados Unidos y Europa, además de Canadá, Japón y Corea del Sur, por ejemplo. Los objetivos norteamericanos estarían en toda Rusia y en los posibles aliados, como China y Corea del Norte. Y esa nueva guerra no duraría un mes, como ha sucedido hasta ahora en Ucrania. Es posible que en menos de una semana todas las grandes ciudades del mundo queden en ruinas y la mayor parte del planeta resulte contaminada por la radiación nuclear, además de la contaminación que ocasionarían las armas químicas y biológicas que tienen todas las grandes potencias. Las medidas que se tomen para evitar daños causados por la radiación nunca van a ser suficientes. Sería como contener la presión del agua de un dique con un saco de arena. Lo que hay que evitar es que se usen esas armas. Para eso, la mejor medida que se puede tomar es la no participación en el conflicto.

Los gobernantes europeos están jugando con fuego y están poniendo en peligro la existencia de sus propios países y del resto de los países del mundo. Se puede entender la ayuda humanitaria que se da a las víctimas de la guerra, pero no se puede entender el envío de armas y municiones. El precio a pagar puede llegar a ser muy caro. Y son los ciudadanos los que pagan las consecuencias.


miércoles, 23 de marzo de 2022

UCRANIA: INTERVENCIÓN, GUERRA, INVASIÓN. ¿QUÉ ES?

¿Qué sucede en Ucrania, desde hace 28 días? Para Rusia es una intervención, en defensa de las minorías rusas que son mayoría en la región del Donbás. Para el resto del mundo, es una invasión. Y es la verdad. ¿Por qué se empeña Vladimir Putin en que no se trata de una invasión? Su explicación es que se interviene en un conflicto entre un país y dos regiones que se han declarado independientes. Esas dos regiones han sido bombardeadas durante 8 años por el ejército ucraniano y han ocasionado miles de muertos. En ambas regiones se han llevado a cabo plebiscitos que respaldan la independencia. Lo mismo sucedió antes, en Crimea, una región que decidió, por plebiscito, declarar su independencia, primero, y adherirse a Rusia, posteriormente. Esos son hechos reales, como también es real que se trata de una invasión. 

En Ucrania hay una guerra, no se puede negar. En una guerra hay dos bandos en pugna. Las invasiones y las guerras no son el camino para conseguir objetivos políticos, geográficos ni de otra naturaleza. Por eso tampoco se justifican los cientos de invasiones y guerras en las que ha participado Estados Unidos o que han sido alentadas y financiadas por este gigante de América del Norte. Actualmente se pide la cabeza de Vladimir Putin. Se lo acusa de criminal de guerra, de genocida, de asesino. Toda la gran maquinaria publicitaria de occidente lo repite cada día, ilustrando con imágenes y videos los horrores de la guerra. En miles de reportajes se muestran los horrores del conflicto. Las noticias se repiten todos los días, desde la mañana hasta la noche, en todos los canales de televisión, en todos los periódicos, en todas las llamadas redes sociales y radioemisoras. Nunca antes se ilustró con tanta repetición y con tanta fuerza la destrucción y los sufrimientos de una población, de la muerte de seres humanos. Da la impresión de que nunca antes hubo otra guerra, con excepción de las dos anteriores guerras mundiales. Es más, da la impresión de que esta guerra es peor que esas guerras mundiales. Nadie se acuerda de las intervenciones militares de Estados Unidos en miles de conflictos bélicos. Nadie se acuerda de los millones de muertos y heridos provocados por todos los golpes de estado ni la instauración de dictaduras militares en decenas de países latinoamericanos. Cada uno de esos golpes y las guerras auspiciadas o llevadas a cabo por Estados Unidos, con los millones de crímenes que se cometieron, deberían ser causa de acusación de crímenes de guerra y asesinatos, en los cuales estuvieron involucrados todos los presidentes estadounidenses y muchos gobernantes de otros países que los apoyaron, como Canadá, Australia, Alemania, Reino Unido, España, etcétera. Nunca se inició juicio alguno contra esos sospechosos de genocidas y asesinos. Pero ahora se acusa a Vladimir Putin. Pues bien, si hay sospechas o motivos para acusar a Putin, que se lo lleve a juicio. Pero, al mismo tiempo, se debe llevar a juicio a Ronald Reagan, George Bush (padre e hijo), Barack Obama, Donald Trump y Joe Biden, entre otros. Todos ellos deberían responder por los crímenes contra la humanidad de los que pudieran ser responsables. Si son inocentes deben ser absueltos, si no lo son deben ser castigados, pero todos deberían ser juzgados, sin excepción, no sólo Vladimir Putin. 

El presidente ucraniano Volodimir Zelensky puede hablar libremente, por vía telemática, en los congresos de Estados Unidos y de otros países, como Francia, Italia, por ejemplo y posiblemente lo hará en todos los demás países europeos. Para ello tiene tiempo ilimitado y sin tener absolutamente ninguna voz en contra, que pueda cuestionar su alocución. Seguramente, también lo hará en el parlamento canadiense, australiano y de muchos otros países. En todos esos lugares lo ovacionarán y, como hasta ahora, le darán gran cobertura en todos los medios de comunicación. ¿Se le dio antes esa oportunidad a algunos de los gobernantes de países que sufrieron agresiones sangrientas como Salvador Allende, Evo Morales, Hugo Chávez y otros tantos líderes y mártires que lucharon por la paz y la igualdad social en América latina? ¿Se le da esa oportunidad a los dirigentes palestinos que luchan por la liberación de sus territorios ocupados por Israel? ¿Le darán la misma oportunidad al Frente Polisario, que lucha por la independencia del pueblo saharauí, cuyos territorios están ocupados por Marruecos? ¿Se le dará la misma posibilidad a los luchadores yemenitas, que luchan contra la agresión de Arabia Saudí? Nunca. Al contrario, a todos ellos se los han intentado acallar, ridiculizar o ignorar. Incluso, sabiendo que los golpes de estado y las invasiones eran ilegales, se las justificó y se las apoyó.

Qué difícil es buscar información en los medios de comunicación, todos al servicio de un solo bando. Hay que leer entre líneas lo que se supone está sucediendo. Pero no basta con eso. Hay que investigar y repasar la historia, aunque eso tampoco es de gran ayuda, cuando la mayor parte de los textos históricos están siendo reemplazados por la propaganda política occidental. Ojalá las generaciones futuras puedan rescatar la verdad, algún día.

lunes, 21 de marzo de 2022

LA GUERRA DE UCRANIA. CUARTA PARTE.

El odio contra Rusia aumenta cada día en Europa. La guerra sigue su curso, el único posible. Sólo hay dos opciones: negociación y acuerdo o guerra nuclear. No hay término medio. Al parecer ya se están acercando las posiciones entre Rusia y Ucrania, a pesar de las declaraciones pesimistas del presidente ucraniano y el ultimátum del presidente ruso para que se rinda Mariúpol. El presidente Volodymyr Zelensky parece estar dispuesto a aceptar las más importantes exigencias de Vladimir Putin, aunque públicamente dice lo contrario. Los últimos bombardeos de un cuartel subterráneo y de un almacén de combustible que aprovisionaba los tanques ucranianos han sido duros golpes que demuestran que Ucrania no tiene posibilidades de detener el avance ruso, a pesar de toda la ayuda que le han enviado Estados Unidos y los países de la Unión Europea. Los miles de voluntarios y mercenarios que entran diariamente a Ucrania no tienen ninguna posibilidad de inclinar la balanza a favor de Ucrania. Los misiles rusos de alto alcance son muy difíciles de detener, porque viajan a muy baja altura y a una velocidad muchas veces superior a la velocidad del sonido. Los radares ucranianos no los pueden detectar.

Es posible que Zelensky se esté dando cuenta de que ha sido engañado por sus aliados de la OTAN, la Unión Europea y Estados Unidos. Le prometieron muchas cosas que sabían no podrían cumplir.  Además, a pesar de que las fuerzas rusas no han avanzado en forma rápida, siguen manteniendo el control de las zonas conquistadas y se acercan cada vez más a las fronteras de la OTAN y Europa. Antes de la guerra y durante los primeros días de la invasión, entraron muchas armas a Ucrania. Pero ahora ya es más difícil que ese tipo de ayuda llegue a tiempo, los convoyes enviados por occidente pueden ser destruidos fácilmente por los misiles rusos. Los cuarteles en donde se entrena a mercenarios y voluntarios son vulnerables y pueden ser atacados fácilmente. La OTAN ha hecho todo lo posible por derrotar a Rusia con sanciones y con intentos de influir en los ciudadanos rusos para que se subleven contra Putin. Más no pueden hacer, han llegado al límite de sus posibilidades. Cualquier intento de enviar armas por aire está destinado al fracaso. Por mar tampoco les será posible, ahora que la armada rusa ha tomado el control de puertos con acceso al Mar Negro. Mariúpol, una de las ciudades más importantes que da salida desde el mar de Azov hacia el Mar Negro por el estrecho de Kerch, está bloqueada y puede caer en cualquier momento. 
VER MAPA:
                                                                       fuente
El acceso de Ucrania al Mar Negro puede continuar en la región entre Moldavia y Rumania, pero de forma más limitada. Odesa puede caer, también, en manos rusas.
VER MAPA:
                                                                           fuente
Ni a Rusia ni a la OTAN les interesa una guerra nuclear. Sus gobernantes tienen la suficiente visión y capacidad como para saber que una guerra nuclear no puede ser la solución. Todos saben, además, que nadie ganará con una guerra de esas características. Por eso, cualquier intento de solicitar intervención militar directa está destinada al fracaso, no es viable. Por lo tanto, la única solución es negociar y renunciar a muchas cosas. En la actual situación, el único bando que tiene fuerzas para condicionar la paz es Rusia. Eso lo sabe Zelensky, lo sabe Biden y los gobernantes europeos. Lo que deben hacer es resignarse y aceptar las exigencias de Rusia. Prolongar la guerra significa aumentar el sufrimiento de la población. Los bombardeos por parte de Rusia pueden sr muy eficaces y neutralizar completamente la capacidad de combate de las fuerzas ucranianas, pero también hay que considerar las posibldades de equivocaciones. Los rusos pueden errar sus disparos y sus misiles pueden caer en otros sitios, no en el objetivo elegido. Al mismo tiempo, los misiles antimisiles del ejército ucraniano pueden desviar misiles rusos y hacerlos caer en un centro urbano. También existe la posibilidad de que los disparos del ejército ucraniano ocasionen daños en sectores poblados. Es decir, tanto los ataques de rusos como de ucranianos pueden ocasionar muertos y heridos, sin que haya sido su intención ocasionar esos daños colaterales. Esto ya ha sucedido en guerras anteriores y sucede actualmente en Ucrania.

A MODO DE ENLACES:
A partir de ahora se intentará no poner enlaces a estas entradas, porque las noticias a veces desaparecen o son reemplazadas por otras páginas, que pueden ser destructivas. Por eso, se va a transcribir un texto y se pondrá el nombre del autor y del periódico o blog en el que la noticia o comentario se publica.
El siguiente es el texto de un artículo escrito por  Marcos Roitman Rosenmann, en el diario El Clarín, de Chile:

UCRANIA, CHIVO EXPIATORIO DE OCCIDENTE.

Derramar sangre para expiar la culpa por los crímenes de lesa humanidad cometidos durante cinco siglos, ha sido la forma como Occidente soluciona recurrentemente sus crisis. Una razón cultural nacida de la unión de la religión judeocristiana y la tradición del pensamiento grecorromano impone sobre el planeta su cosmovisión. Un orden maniqueo emerge de sus entrañas. Civilización o barbarie. Sólo existe una representación del mundo que ha extendido su razón cultural con la finalidad de dominar el mundo. Oriente, las culturas milenarias, Asia, África y América Latina, nunca han existido, salvo para proclamar la sed de conquista, saciada con la sangre de esclavos y pueblos llevados a la extinción. Países a los cuales se han usurpado sus riquezas, sus territorios, contaminado sus ríos, mares, e impuesto gobiernos títeres. Sobre ellos cae la noche. El Dios castigador omnipresente y todo poder administra justicia. Inquisidor y castrador da luz a quienes abrazan su verdad, la única, aquella emanada del verbo divino. Occidente se expande, arrasando civilizaciones enteras. Así ha sido parida la modernidad. Han sido y son millones los seres humanos víctimas de su prepotencia, sus ansias de dominación totalitaria encubierta bajo la idea de progreso, el principio del derecho de propiedad y libertad individual.

Occidente se desvanece en las tecnologías de muerte. Las armas de destrucción masiva, sean cámaras de gas, atómicas, químicas, biológicas o apoyadas en la cibernética y la inteligencia artificial, son el argumento disuasorio para imponer su voluntad. Para Occidente no habrá paz mientras sus ansias de dominio no se hayan saciado. De nada sirve apelar a la sensatez, a la dignidad, en definitiva a lo que nos hace humanos: la vida en el respeto mutuo. Occidente sólo conoce una razón: la guerra de conquista para someter a toda la población mundial. Así alumbra el holocausto y el exterminio del otro, del extranjero. No tiene compasión. Zygmunt Bauman, en su obra cumbre Modernidad y holocausto, subraya: “La civilización moderna no fue condición suficiente del holocausto, pero si fue, con seguridad, condición necesaria. Sin ella, el holocausto sería impensable. Fue el mundo racional de la civilización moderna el que hizo que el holocausto pudiese concebirse (…) El holocausto no fue un arranque irracional de aquellos residuos –todavía no erradicados– de la barbarie premoderna. Fue el inquilino legítimo de la casa de la modernidad; un inquilino que no se hubiese sentido cómodo en ningún otro edificio”. Hoy Occidente y su portavoz, Estados Unidos, se sienten cómodos. Los acontecimientos sobrevenidos en Ucrania le permiten sobrellevar sus fracasos. Elevar a rango de chivo expiatorio la tragedia que vive la población ucrania. El sufrimiento de unos, es la justificación de la violencia sobre los otros.

Ucrania lanza un SOS. Su voz se escucha. Occidente acude al rescate, aunque sus instituciones internacionales, Unión Europea, OTAN, empresas privadas, bancos, trasnacionales, medios de comunicación, etc…, sean los responsables de la actual crisis planetaria. Los ucranios merecen atención. Pero no nos engañemos, su sangre lava la ignominia de las otras guerras, las civilizatorias. Así se construye el discurso del chivo expiatorio. Una víctima y victimario. Las sanciones a Rusia, la política de brazos abiertos a los ucranios desplazados de la guerra, la solidaridad de ciudadanos del mundo se hacen eco del llamado. Son solidarios, envían comida, mantas, se desplazan. Las ONG despliegan todos sus medios y redoblan los esfuerzos, mientras los gobiernos mandan armamento y promueven el odio hacia Rusia y los rusos. No hay que buscar más explicaciones. Ucrania es la excusa para el patrocinio de una guerra que tapa sus vergüenzas. Los ucranios, es triste decirlo, importan poco. Víctimas propicias para visibilizar el comportamiento católico de buen samaritano. Mientras tanto, desde el poder, se ejerce la llamada necropolítica.

Un conflicto creado en los despachos de la OTAN, la Casa Blanca y el Pentágono, destapa la barbarie de Occidente. Hipocresía, cinismo, los adjetivos sobran. Occidente vocifera, clama por un Dios castigador y justiciero. Matar rusos. Ellos son los invasores, hay que expulsarlos de cuanta organización internacional sea posible. Llevarlos al exterminio si es necesario. Jóvenes estudiantes rusos son conminados a dejar las universidades europeas. Ciudadanos rusos son vilipendiados y los medios de comunicación atizan y fomentan el odio. Deportistas, actores, no importa, mientras sean rusos, se estigmatizan. Son criminales, bárbaros, escoria, oligarcas, violadores, asesinos.

No hay distinción, Putin es ruso, los rusos son Putin, todos juntos son enemigos de Occidente, sus vidas no tienen valor. Así procede Occidente. Mientras recibe a los desplazados ucranios concediendo tarjetas residencia, permisos de trabajo, estatuto de refugiado, cierra las puertas a quienes durante años claman una posibilidad de trabajo en sus países. Son los muertos, ahogados en las pateras en el Mediterráneo, los cientos que ven peligrar sus vidas cuando se les niega al asilo. Pero también son las mujeres esclavizadas y prostituidas en Holanda, Alemania, España, Francia, y la Europa casta y pura. Son, igualmente, los muros de la vergüenza. Los centros de internamiento, las falsas declamaciones de neutralidad. La irresponsabilidad de Occidente, su prepotencia, sus ansias de dominar el mundo nos sitúa al borde del abismo. Pero mientras tanto, nos llaman a exterminar a los rusos.

A MODO DE ENLACE
Texto de artículo escrito por Lara Logan, reportera de la Revista Rambla:

La periodista de origen sudafricano Lara Logan explica en una entrevista al portal  America’s Voice AM que las noticias sobre el actual conflicto de Ucrania están llenas de «desinformación», mientras que muchos de los acontecimientos que ocurren ahora en Ucrania pasan desapercibidos en los medios.

«Realmente, creo que hay mucha desinformación. Nunca hemos visto nada parecido. Quiero decir, he estado cubriendo guerras durante 35 años y nunca he visto gente con las uñas pintadas con los colores de la bandera ucraniana. Nos están acorralando en un cajón en el que tenemos que odiar a Vladímir Putin y suponer todo lo malo que se dice de él, y amar a Ucrania, sin término medio», explica la ex presentadora de FOX Nation. «En Ucrania están ocurriendo muchas más cosas de las que nadie habla», añade en la entrevista, emitida el pasado martes.

Según explica Logan, el batallón neonazi Azov está financiado por EE.UU. y la OTAN. «Se pueden encontrar fotos de ellos [milicianos de Azov] en Internet sosteniendo la bandera de la OTAN y la esvástica. Y, al mismo tiempo, su propio emblema contiene el sol negro del ocultismo nazi, que era un emblema de las SS. Y también contiene la insignia lateral del rayo de las SS», recalca.

La periodista indica que la Casa Blanca quiere crear la sensación de que se trata de una pequeña unidad. «No es cierto. El batallón Azov se ha abierto camino en el este de Ucrania con asesinatos», subraya Logan, al tiempo que agrega que EE.UU. no quiere admitirlo. «Por eso Crimea votó por la independencia. Por eso Crimea quería estar con Rusia», razona.

El papel de la CIA

Ahondando en el movimiento nazi en Ucrania, Logan recuerda que la CIA, bajo la jefatura de Allen Dulles, «concedió inmunidad judicial a los nazis ucranianos en los juicios de Nuremberg». En esta misma línea, dice que Washington y sus agencias de inteligencia «tienen una larga historia de financiar y armar» a los adeptos de esta ideología radical en Ucrania.

La periodista insiste en que la CIA «patrocinó la revolución de color» en Ucrania que finalmente condujo al golpe de estado de 2014, al tiempo que «seleccionó a líderes» del país. En concreto, Logan evoca «la conversación telefónica filtrada de Victoria Nuland [a la sazón subsecretaria de Estado de EE.UU. para Asuntos Europeos] en la que ella y el embajador de EE.UU. están decidiendo quién puede liderar Ucrania».

Ucrania como centro del lavado de dinero

Por otra parte, Logan tilda de «títere» al presidente ucraniano Vladímir Zelenski que fue «seleccionado» por Washington. «Y, honestamente, con la gran tecnología y con el fraude electoral de hoy en día, no sabemos cuántos líderes en todo el mundo han sido seleccionados por Estados Unidos y no fueron realmente votados por el pueblo», agrega.

Finalmente, la reportera recuerda que Putin lleva 15 años advirtiendo que no va a tolerar que «los globalistas se apoderen del mundo, construyan instalaciones de armas biológicas, o lo que sea que estén haciendo en Ucrania». También, considera que Ucrania se ha convertido en un centro de lavado de dinero de miles de millones de dólares estadounidenses. «Y no decimos nada al respecto. Son nuestros impuestos», concluye.

Logan es una periodista de origen sudafricano que ha cubierto actividades bélicas a lo largo de su carrera. Trabajó para la cadena estadounidense CBS News de 2002 a 2018. En 2020, se incorporó a Fox Nation, servicio de suscripción de la cadena Fox News.


sábado, 19 de marzo de 2022

LA GUERRA DE UCRANIA... Y OTRAS GUERRAS. TERCERA PARTE.

DURACIÓN DE LA GUERRA, SUS CAUSAS Y OBJETIVOS

La guerra de Ucrania llega a su día número 24. Está muy claro que la invasión rusa tenía algunos objetivos que no se han cumplido. Sus estrategas no contaron con que las operaciones militares tomarían tanto tiempo. Sus expectativas eran las de hacer una intervención de corta duración, para obligar al gobierno de Kiev a aceptar sus exigencias. Putin no esperaba que la Unión Europea iba a secundar a Estados Unidos en casi todo lo que decida Biden  y la OTAN. Si bien la OTAN ni ningún país europeo participa directamente en la guerra, lo hacen indirectamente, enviando armas y dinero al gobierno ucraniano. Ya lo hacían desde mucho antes de la guerra, algo que Rusia no podía impedir. Sin esa ayuda, el ejército ruso posiblemente habría logrado sus objetivos militares en pocos días, la guerra habría terminado y el gobierno de Kiev habría aceptado las exigencias de Rusia. Además de eso, se ha bloqueado económicamente a Rusia, como nunca antes se ha hecho con ningún otro país del mundo, aunque ese bloqueo perjudique a todos los países del mundo. No importan las consecuencias, aunque se sabe de antemano que los más afectados son siempre los trabajadores, no los gobernantes ni las clases pudientes. 

La eficaz propaganda occidental ha logrado poner en contra de Rusia a la mayoría de la población europea y del resto del mundo occidental. Tanto los medios de comunicación privados como los medios públicos de cada país han contribuido a convencer a la gente de que hay que tomar partido, hay que participar con armas y con dinero. Cualquier voz que se atreva a decir algo en contra de la participación de Europa en la guerra, por ejemplo, es acallada o ridiculizada. Nadie se atrevería ahora a pedir neutralidad e incluso hasta la prensa "progresista" o de izquierda se pone de parte de occidente, contra los rusos. La mayor parte de la población (según una encuesta hecha en España, más del 70%) está de acuerdo con enviar armas a Ucrania. Muchos organismos oficiales, de deportes, artísticos,musicales, etcétera han, también, tomado partido en contra de Rusia. No solo se boicotea a Rusia en el plano económico, sino en todas las ramas de la ciencia, las artes y la cultura. En los clubes deportivos suecos, por ejemplo, es obligatorio hacer propaganda de guerra contra Rusia. Todo lo que antes era impensable, cuando había conflictos bélicos, ahora es fomentado como algo necesario, en defensa de lo que se insiste en llamar democracia. Incluso hay partidos políticos de izquierda que están en contra de Rusia. Estos no fomentan la guerra directamente, como lo hacen los partidos de derechas, pero no se atreven a señalar las causas del conflicto. El envío de armas a Ucrania consiste, justamente, en alargar una guerra que podía haber terminado hace tiempo. 

No solo se apoya a Ucrania con armas y dinero, también se permite y alienta que vayan ciudadanos de todos los países a unirse en la lucha de Ucrania contra Rusia, aparte de todos los agentes occidentales que ya estaban allí antes de que Rusia invadiera ese país. Algunos van en forma voluntaria, otros son reclutados como mercenarios, como ha ocurrido siempre en casi todas las guerras modernas.

¿CUÁLES ERAN LAS EXIGENCIAS DE RUSIA?

Como seguramente todos los lectores ya saben, las exigencias de Rusia eran  (y son aún) las siguientes:

1.- Reconocimiento de Crimea, como parte de Rusia. Esa región fue anexionada a Rusia, después de que sus habitantes lo hubieran decidido en un referéndum. Ni Ucrania, ni La Unión Europea ni Estados Unidos aceptan la adhesión de Crimea a la Federación Rusa.

2.- Reconocimiento de Donetsk y Lugansk como estados independientes. Al mismo tiempo, se exige terminar con los bombardedos de esas regiones, que se han llevado a cabo desde 2014, por parte del ejército ucraniano.

3.- Neutralidad de Ucrania, para garantizar que ese país no sea utilizado por la OTAN para atacar a Rusia en el futuro. En este punto, Zelenski (el Presidente de Ucrania) está dispuesto a aceptar alguna modalidad de neutralidad.

Aparte de eso, Rusia exige que la OTAN no se siga expandiendo por el este de Europa, avanzando hacia las fronteras rusas, lo que amenaza la soberanía de la Federación Rusa.

Esas son las exigencias de Rusia que, de haber sido aceptadas por Ucrania y el resto de países involucrados, se podía haber evitado la intervención militar rusa.

¿QUÉ CREE RUSIA QUE DEBE HACER ANTE EL ESCENARIO ACTUAL?

El objetivo es el mismo que antes de la invasión. Rusia ya no puede detenerse hasta que no haya logrado tomar el control de la mayor parte de Ucrania. Con su economía casi destruida y con el descontento que hay en su propio país, a causa de todos los problemas ocasionados por el bloqueo internacional, Rusia no tiene prácticamente nada que perder. El mayor problema es que, si por error, tanto de parte de Ucrania como por parte de Rusia, se produjera un ataque a un país fronterizo como Polonia, sería la chispa que encendiera una guerra nuclear, que nadie podría impedir, una vez comenzada.

¿QUÉ PUEDEN HACER ESTADOS UNIDOS, LA OTAN Y SUS ALIADOS?

Tanto Estados Unidos como sus aliados están dispuestos a liquidar a Rusia y a cualquier otro país que sea un obstáculo para su expansión y dominio militar y económico. Sus gobernantes saben que no pueden participar directamente en la guerra, creando zonas de exclusión aéreas ni enviando tropas, porque eso sería desencadenar una guerra nuclear.  Pero tienen la capacidad de enviar más armas y dinero a Ucrania. En esa forma consiguen prolongar la guerra, que pueda impedir el dominio de Ucrania por parte de Rusia. Saben que eso puede provocar más víctimas y destrucción. Mientras más catastrófico sea el escenario, mayor será el odio contra los rusos y mayores posibilidades hay de provocar un Golpe de Estado en Rusia o un levantamiento popular en contra de la guerra. Por eso la guerra se acercará más a las fronteras entre Ucrania o Rusia y la OTAN. 

¿CUÁL ES EL RESULTADO QUE MÁS CONVENIENTE AL MUNDO EN ESTE MOMENTO?

Lo más acertado sería acordar, entre otros puntos, los siguientes:

1.- Lograr un alto el fuego, por parte de los dos bandos en pugna.

2.- Aceptar las exigencias de Rusia en lo que respecta a Crimea, Donetsk y Lugansk, además de la neutralidad de Ucrania.

3.- Asegurar una frontera que garantice la soberanía, tanto de Ucrania, las repúblicas independientes del Donbás y de Rusia.

4.- Garantizar que la OTAN no seguirá expandiéndose más allá de las fronteras actuales.

5.- Garantizar que Rusia no vuelva a ocupar militarmente ni a Ucrania ni a ningún otro país.

6.- Eliminar todo tipo de sanciones económicas contra cualquier país.

El punto número 6 es algo que debería tomarse como precedente, para incluir a todos los conflictos que actualmente hay en el mundo.

No es posible encontrar otra solución, si se quiere evitar más derramamiento de sangre, sufrimiento y dolor. La guerra debe terminar lo antes posible y se debe garantizar la paz, en forma definitiva, Todos los países involucrados, directa o indirectamente, tienen que contribuir a lograr una solución pacífica.


jueves, 17 de marzo de 2022

LA GUERRA DE UCRANIA... Y LAS OTRAS GUERRAS. SEGUNDA PARTE

Si se quiere saber la verdad de lo que ocurre en algún país, fundamentalmente en lo que se refiere a su situación política, su economía, sus conflictos internos o con otros países, es muy difícil lograrlo. La gran mayoría de los medios de comunicación del mundo son privados y no son parciales. Todos ellos obedecen a una estrategia comercial y publicitaria, muy bien estudiada y planificada. En primer lugar, porque son empresas cuya finalidad principal es obtener ganancias económicas. En segundo lugar, porque sus intereses están ligados a las grandes empresas de las oligarquías nacionales e internacionales. Lo sustancial es difundir noticias y entretenimiento que las haga ganar dinero. Eso es lo más importante. Por eso, la verdad pasa a un segundo plano. Se intenta dar la imagen de imparcialidad, algo que logran gracias a su enorme poder de manipulación, de publicidad subliminal o abierta, todo eso realizado en forma muy eficaz. Se mezcla la verdad con la mentira. Se muestra parte de la realidad, pero se oculta mucha información, que puede ser fundamental para tener una visión fehaciente. De esa forma se consigue convencer al público o usuarios de lo que esas empresas quieren comunicar y resaltar. A eso debemos sumar la tecnología moderna, que cada día es más sofisticada. Mientras más morbosos sean los temas que se elijan, tanto mejor. Se trata de impactar en los usuarios de los medios de comunicación para hacerlos partícipes de una comedia muy bien planificada. Es como mostrar una película virtual en tres dimensiones, que nos hace creer que estamos en medio del escenario, sumando a eso un protagonismo irreal de nuestra parte.

En alguna época se tildaba a ese tipo de producir noticias -que intentan reflejar distorsionadamente la realidad de lo que ocurre en nuestro entorno- de amarillista. Actualmente ya no se utiliza ese término, porque ese amarillismo es más disimulado. La repetición de las noticias y el adorno con historias desgarrantes, con imágenes de explosiones, gritos, sangre, emoción y un sinnúmero de efectos visuales, voces agradables de apuestos periodistas y presentadores, etcétera, hacen todo muy creíble. Gracias a los muy bien estudiados planes de influencia psicológica se intenta centrar la atención en algunos aspectos de un conflicto, ignorando otros que son tan o más importantes, especialmente en las causas que han originado un conflicto o guerra.

Es lo que sucede actualmente, cuando se informa sobre la guerra de Ucrania. Por supuesto que se miente desde los dos lados enfrentados. Cada bando quiere convencer al mundo de lo que ellos consideran su verdad. Pero la información de uno de esos lados está completamente acallada. No llega absolutamente ninguna noticia de los medios de comunicación rusos, con excepción de los de oposición. Más del 99% de la información sobre la guerra sale de los informativos del gobierno ucraniano y de los miles de periodistas de las cadenas de medios de comunicación occidentales. Cualquier noticia que se haya originado en algún medio ruso o de las informaciones del gobierno ruso son acalladas, ignoradas o completamente distorsionadas o ridiculizadas.

La mentira no es fomentada solo por los medios de propaganda de cada bando, sino también por gobernantes o representantes de organismos internacionales, como el señor Joseph Borrel, que ocupa el cargo de alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores de Seguridad de la Comisión Europea. En un discurso pronunciado hace pocos días, Borrel afirmaba que Putin había clausurado Twitter y Facebook en Rusia. Pero no dijo que, anteriormente, esas plataformas habían bloqueado a importantes medios rusos de comunicación para favorecer las informaciones anti rusas. 

Ahora, el objetivo de los medios de comunicación es fomentar el odio contra todo lo que sea de origen ruso o que tenga que ver, de alguna manera, con su país, sus habitantes y sus gobernantes. El odio contra Rusia está arraigado en los pueblos escandinavos y de toda Europa desde hace siglos, pero ha aumentado desde que triunfó la Revolución Rusa, en 1917. Pese a que la Unión Soviética contribuyó a derrotar a la Alemania nazi (sin su participación Hitler podría haber expandido su dominio a todo el mundo) jamás se reconoció el sacrificio de millones de soldados y civiles rusos para poder ganar la Segunda Guerra Mundial. Todo lo contrario, el odio aumentó, gracias a todos los ataques de Estados Unidos, sobre todo los que llevó a cabo el presidente Harry Truman, quien estableció la llamada Doctrina Truman (VER). 

Rusia no está gobernada por comunistas. El presidente Valdimir Putin milita en un partido político liberal o populista, de derechas. El Partido Comunista está en la oposición (VER). Aún así, mucha gente ignorante tilda a Putin de comunista, algo totalmente alejado de la realidad (VER). Pero la idea es atacar lo que sea ruso y, al mismo tiempo, atacar todo lo que tenga que ver con comunismo o socialismo.

Ahora hay una guerra, que es claramente una guerra de invasión. No se le puede dar otro nombre. Sin embargo, Putin no la llama guerra, según las informaciones de los únicos medios a los que tenemos alcance. Sin embargo, no tenemos posibilidades de verificar noticia alguna que provenga de los medios rusos o del gobierno ruso. Lo que nos llega ha pasado por los filtros de la censura de los gobiernos y los medios de comunicación occidental. Son ellos los que deciden qué debemos "saber".

Se muestran imágenes de un hospital o de un teatro ucranianos, por ejemplo. Se muestran muchos cadáveres tendidos en el suelo, cubiertos con sábanas. Luego, en lo que se puede llamar "letras pequeñas" se informa de la muerte de dos o tres personas. Es difícil entender que, al mismo tiempo que se ve un edificio totalmente calcinado y en ruinas, no hayan centenares de muertos en ese sitio (VER EJEMPLO). Naturalmente que, indiferentemente de la cantidad de víctimas, si ha habido ataques dirigidos a sitios tan vulnerables se debe exigir una investigación y castigo a los responsables. Pero para ello hay que asegurarse de quienes son los que han perpetrado el ataque. En una guerra, dos dos bandos los que se atacan mutuamente. Además, Estados Unidos ha insistido mucho sobre los "errores" o danos colaterales, cuando ellos han atacado inocentes en muchas de sus guerras. Por qué tiene que ser diferente ahora?

Los gobiernos europeos obedecen las directivas de Estados Unidos y de la OTAN, enviando dinero y armas al gobierno de Ucrania. Grandes empresas de todo tipo hacen campañas para recaudar dinero. En casi todas las tiendas invitan a contribuir con dinero y en la mayoría de las tiendas de servicios online hacen lo mismo. Al mismo tiempo que se ahoga a la economía rusa se fortalece la ucraniana. De esa forma lo que se consigue es que la guerra se prolongue en el tiempo. Los grandes ganadores son todos los países y empresas que pueden vender armas que llaman "defensivas", como si existiera una sola arma en el mundo que lo fuera. Todas las armas son ofensivas y matan. Nunca se envió armas a Palestina, para que se defendieran de la invasión y ocupación de su territorio por el gobierno de Israel. Nunca se envió ayuda de dinero y armas a ninguno de los gobiernos que fueron derrocados y reemplazados por dictaduras militares en América Latina. nunca se ha enviado armas y dinero a los saharauis, que sufren desde años la ocupación del gobierno de Marruecos. La "Comunidad Internacional" fue testigo y aceptó el bombardeo de Belgrado, durante meses, en 1999. También se aceptaron una serie de invasiones de muchos países en Asia, África y América Latina, como fue el caso de Grenada, en 1983. Nunca hubo armas ni dinero para que esos gobiernos se defendieron. En cuanto a sus refugiados, a la mayoría se les negó refugio y asilo. 

La guerra de Ucrania ha ocasionado una enorme emigración desde ese país. Según las noticias (occidentales) ya son más de tres millones de refugiados los que han salido de Ucrania, la mayoría de ellos a través de Polonia. Es comprensible (es un derecho de las víctimas) que se les brinde ayuda a todos los refugiados, especialmente a los niños. Lo que no es comprensible es que se haga con ellos y no con muchos millones de refugiados de otros países, que han sido víctimas de guerras tanto o más cruentas que la de Ucrania. Polonia se resistió durante muchos años a aceptar refugiados, pero ahora recibe con la mejor de las ayudas a todos los refugiados ucranuanios, sin límite alguno. Lo mismo hacen todos los otros países europeos. Esto se ha dicho en el artículo anterior, pero era necesario volver a decirlo en esta entrada.

A propósito del odio contra ciudadanos rusos voy a contar una anécdota  de hace unos cuatro años:

En una tienda de un centro comercial al norte de Estocolmo hubo un asalto (Bredden). Una de las dependientas era una alumna mía, quien no pudo asistir a su clase a causa de ese robo. La mujer había sufrido un shock a causa del asalto, cuando vio que los ladrones iban armados con revólveres. 

Al día siguiente, cuando me contó lo que había pasado y el susto que aún la tenía nerviosa, la muchacha me aseguró que los asaltantes eran rusos, aunque huyeron del lugar y la policía no los había capturado aún. Los mismos asaltantes robaron en otras tiendas, en distintos centros comerciales. Seguramente, las víctimas de los otros asaltos también afirmaron que se trataba de criminales rusos. Lo curioso es que mi alumna nunca los oyó hablar, por lo tanto, no sabía siquiera si hablaban algún idioma eslavo. Ls amenazas típicas de los asaltos fueron hechas en sueco, lo que quiere decir que los asaltantes podrían haber sido de cualquier nacionalidad, no necesariamente rusos. 

Es así como se fabrican muchas historias, en parte reales, en parte ficticias. La gente supone que los delincuentes son rusos, porque parecen rusos o eslavos. Esto viene de antes, pero ahora se exagera aún más. El odio contra los rusos es tan grande que se empieza a maltratar a estos ciudadanos, en muchos países de Europa. Se castiga a gente inocente, solo porque provienen de un país que está en guerra y porque los medios de comunicación exacerban ese odio. 

ENLACES A ESTA ENTRADA SE HARÁN MÁS TARDE



domingo, 6 de marzo de 2022

LA GUERRA DE UCRANIA... Y LAS OTRAS GUERRAS. PRIMERA PARTE

El mundo es distinto, desde hace algunos días. La guerra de Ucrania no es justa. Se podría haber tomado otras medidas. Pero no es distinta a las otras guerras. Para unos es una guerra de invasión y para otros es una guerra de protección de dos provincias o regiones que quieren ser independientes. Para el gobierno de Putin es, además, una guerra de protección de la soberanía rusa. Sin estar de parte de uno ni otro lado, es conveniente hacer análisis histórico de la situación. No se trata de un conflicto nuevo, sino la continuación de un largo proceso.


Rusia ha comenzado una invasión en Ucrania. Antes de eso hubo mucha tensión. Desde hace años Estados Unidos y la OTAN se han estado expandiendo y amenazando la soberanía de Rusia. Cada vez estaban más cerca de las fronteras rusas. En Ucrania se desarrollaba una guerra de independencia desde 2014. Los habitantes de dos provincias (Donetsky y Lugansk) declararon su independencia de Ucrania ese año. Al igual que Crimea, cuya población era mayoritariamente rusa (70 %), la mayoría de los habitantes de esas provincias no quieren ser parte de Ucrania. Desde entonces, el ejército ucraniano ha estado bombardeando esas regiones, sin que los países europeos se opusieran (en ningún momento) a esos bombardeos. Al contrario, alentados por Estados Unidos, consideraban a los independistas como separatistas y terroristas, que debían ser castigados por su osadía de querer la independencia. Nada importaba, entonces, que los bombardeos ocasionaran destrucción y muerte, a pesar de que esto ha ocurrido durante ocho a
ños.


Desde el fin de la Segunda Guerra Mindial, el mundo ha sido testigo de muchas guerras en todo el planeta, la mayoría de ellas provocadas por Estados Unidos e Israel. Al mismo tiempo, ha habido infinidad de golpes de estado, de forma muy cruenta la mayoría de ellos y otros de forma menos cruenta, gracias a la intervención ilegal de los congresos o parlamentos. También se ha aplicado una serie de sanciones y bloqueos económicos a muchos países, combinadas con robos de sus reservas nacionales en distintos bancos y sabotajes de todo tipo. Nada de eso se ha criticado ni se ha hecho resistencia alguna por parte de la ONU. La "Comunidad Internacional" no ha hecho nada por impedir todas esas atrocidades. Millones de hombres, mujeres y niños intentan atravesar las fronteras huyendo de las guerras y la miseria ocasionada, fundamentalmente, por la desigualdad ocasionada por el colonialismo, primero y después por el dominio capitalista. A la mayoría de ellos se les da la espalda y se les impide entrar a los países ricos. A muchos de ellos se los deja morir en el mar. A través de los años, los muertos que han dejado las guerras y golpes de estado son incalculables. Los desplazados son cientos de millones de seres que buscan una vida digna. Pero la mayoría no recibe ayuda alguna.


Quienes huyen de la guerra de Ucrania son seres humanos, igual que los que huyen de otras guerras. Pero los ucranianos son blancos y rubios, no son de piel oscura. A ellos les abren todas las puertas de Europa, les dan permiso de trabajo y residencia automáticamente, solo por ser ucranianos. Pero al resto de gente que huye se les cierran todas las puertas y si logran cruzar las fronteras pueden estar años esperando a que se les regularice su situación. Mientras tanto deben deambular sin derecho a una vivienda o a un trabajo legal. Tienen que pedir limosna o trabajar en el mercado negro, por sueldos de hambre, muy por debajo del salario mínimo de un trabajador que tiene permiso de trabajo. 


Los medios de comunicación informan como nunca antes lo hicieron, con todo detalle, de esta guerra, la mayoría de las veces manipulando la información y recurriendo a las mentiras (fake news). Los reporteros de todas las televisiones, radio, prensa y otros "medios sociales" resaltan el sufrimiento de la gente que huye y atraviesa la frontera entre Ucrania y Polonia. Las historias se realzan como si cada escena fuera tema para una película, como las que se han hecho sobre las anteriores guerras mundiales. Surgen héroes que entran a Ucrania a luchar contra los rusos, a quienes se los retrata como los peores salvajes y criminales. Al mismo tiempo, los países occidentales envían enormes cantidades de aviones, armas, municiones y dinero para apoyar al gobierno de Kiev. Nunca se apoyó a ninguno de los países que fueron agredidos por las invasiones y guerras ocasionados por Estados Unidos o Israel. Es una forma totalmente opuesta de presenciar, apoyar o participar en un conflicto bélico. 
¿Por qué esta gran diferencia?


El gobierno ruso aprueba una ley que impide a los periodistas que desvirtúen la realidad, que solo digan la verdad. Entonces los periodistas huyen de Rusia, se sienten perseguidos. Sin embargo, antes de eso, las emisiones de cualquier medio ruso, como Rusia Today, son bloqueadas, prohibidas. Solo los medios occidentales pueden informar. Esa es la libertad de expresión que se defiende en las falsas democracias.


Ninguna guerra es justa. No lo es la actual, ninguna de las anteriores lo son. Tampoco son justas las sanciones que se aplican a muchos países, a los que se pretende hundir, obligando a sus pueblos a padecer hambre y todo tipo de necesidades. La finalidad es destruir su economía y sus instituciones.


Todos los conflicos se deben resolver por la vía diplomática, pero para ello es necesario negociar, renunciar a ciertas cosas y aceptar otras, en pro de la paz. En el caso de la invasión a Ucrania, lo mejor sería aceptar la independencia de las provincias que han declarado su independencia, desde 2014. Al mismo tiempo, Ucrania debería declararse neutral. No aspirar a formar parte de la OTAN. En esa forma se podría garantizar la seguridad de todos los países. Es muy difícil que haya otra solución. El alto el fuego debería declararse inmediatamente, al mismo tiempo que se garanticen los derechos de cada país, sin que sus acciones impliquen peligro para otros países. 


Por otra parte, se debe terminar con todas las sanciones contra Rusia impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea. En esa forma se puede lograr mayor estabilidad global y evitar todas las consecuencias catastróficas que van a afectar (y que afectan ya) a todos los países del mundo. Los combustibles pueden llegar  a precios inimaginables, lo que aumentará el precio de la electricidad y de todos los servicios vitales. Una gran recesión mundial amenaza a todos los países, el hambre y las enfermedades se incrementarán considerablemente y los más perjudicados serán, como siempre, los más pobres. Además de lo anterior, existe la amenaza de una Tercera Guerra Mundial, que se debe evitar, a toda costa, porque sería la última, nadie la ganaría.

Nota del 7 de marzo 2022.
Antes no se ha puesto enlaces a esta entrada. Se hace un día después, a noticias o programas que se han visto después de escribirla. Este blog no copia información de ningún otro medio.

ENLACES:

Lamentablemente esta información ya tiene varios días. Se pondrá más enlaces cuando aparezcan noticias o programas actualizados. Det todas maneras, conviene ver este programa. Es bastante objetivo. Este blog no está de acuerdo con todo el contenido del programa, pero sí con partes del mismo.




Nota del 11 de marzo, 2022
Enlace a EN LA FRONTERA, De Juan Carlos Monedero.

Nota del 14 de marzo, 2022
Enlace a Juan Carlos Monedero AQUÍ

Aclaración de la palabra "bastante".

Esta palabra se usa en forma errónea en muchos países, incluso en España. El sinónimo más cercano es "suficiente". Esto quiere decir que no es sinónimo de mucho ni demasiado. Se puede decir que significa que algo de término medio, ni mucho ni poco.