Desde hace años se han descubierto muchos casos de corrupción a alto nivel, entre los dirigentes políticos españoles. En la mayor parte de esos casos, los implicados son dirigentes del Partido Popular, actualmente en el gobierno. También los miembros de la Casa Real se han visto involucrados en situaciones muy extrañas y comprometedoras, incluido el rey Juan Carlos y una amiga íntima suya. Y lo que parecía imposible está ocurriendo en España. Por fin un juez desafía a la corona, al intentar hacer justicia en un tema que afecta a toda la sociedad. Se trata de uno de los tantos casos de corrupción en los que se ve envuelta la Casa Real.
La mayoría de las investigaciones sobre los crímenes del franquismo, sobre corrupción de dirigentes del PP o de miembros de la Familia real se han anulado o se han retardado, encapsulándolas en el complejo entramado de la justicia española. Ojalá que en esta oportunidad se llegue a fondo con las investigaciones y que se exija responsabilidades a los implicados. No se puede aceptar que el esposo de la imputada la defienda, afirmando que sus gastos eran "ridículos". Cuando se roba se trata de un robo, indiferentemente del valor monetario del robo. Una estafa es estafa. Un desfalco es desfalco, no son cosas "ridículas", sin importancia.
Indiferentemente de los resultados de las investigaciones, es necesario que se promueva el debate sobre el mantenimiento de una casta parasitaria impuesta por el dictador Franco y se reemplace por una República democrática. Una monarquía jamás puede ser democrática, porque no ha sido elegida sino impuesta.
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