En España están sucediendo cosas que no se veían desde hace muchos decenios. El retroceso en la economía se hace cada día más evidente. Las protestas de diversos grupos de la sociedad son muy frecuentes, pero los medios de comunicación informan muy poco sobre esos acontecimientos. Se respeta la línea de desinformación de las fuerzas más reaccionarias. Sin embargo, a veces se informa sobre algo que se desmarca de lo común. No son todos los medios informan en forma objetiva sino sólo algunos, como PÚBLICO, que no es un medio de izquierda pero lo aparenta y de vez en cuando entrega buenas noticias. Los reportajes, más o menos objetivos, esconden a menudo, cierta desinformación.
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Una de las noticias se refiere a la existencia de una especie de poder popular (no confundir con el PP español, que es su antítesis) en un ayuntamiento de Sevilla, cuyo alcalde es Juan Manuel Sánchez Gordillo.
Lo curioso es que la noticia no es noticia, en realidad, porque lo que ocurre en Marinaleda es algo que ha ocurrido durante casi cuarenta años. Pero es importante que se conozca esa realidad.
El alcalde Sánchez Gordillo siempre busca la forma de llamar la atención. Es un luchador incansable y es un ejemplo para muchos políticos que sólo saben hacer y leer discursos. Lo último ha sido liderar algo a lo que se ha denominado como "expropiaciones forzosas". Se trata de sustracciones de comida en varios supermercados para repartir entre la gente más pobre, que se ha visto afectada por los recortes del gobierno español.
No es fácil saber cómo se llevaron a cabo las "expropiaciones", pero por supuesto que no es la forma de solucionar los problemas. Hay que denunciar las injusticias, como el robo que llevan a cabo los banqueros y sus políticos protectores. Pero no se puede asaltar o robar supermercados para compensar los robos de los banqueros. Lo importante es luchar por cambiar el sistema. Y la forma en que se ha trabajado en el ayuntamiento de Marinaleda es un ejemplo a seguir, aunque no basta con eso.
Tampoco se debe cometer el error de usar la palabra expropiación, puesto que eso es una acción en favor de toda la comunidad. Además, una expropiación siempre va acompañada de compensación económica. No es sinónimo de confiscación ni de robo.
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El vídeo está hecho en plan cómico, pero muestra la realidad del ayuntamiento que podría ser considerado como una isla socialista en medio del inmenso monstruo capitalista europeo.
2 comentarios:
Muchas gracias
Muchísima gracias
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