SEGUNDA PARTE
Todo el mundo ha cometido errores al hacer frente a la pandemia actual. Si tomamos el ejemplo de España, ha sido el gobierno central el primer responsable de los errores, lo que no significa que es culpable. Si vamos a buscar culpables, los dirigentes de los partidos políticos de oposición, también lo son. ¿Por qué? Pues, simplemente, porque todos aprobaron el Estado de Alerta, aunque ahora quieran desvincularse. Ninguno de los partidos de oposición presentó jamás medidas alternativas. Al contrario, ellos acusan al gobierno de haber tardado demasiado en declarar el confinamiento y otras medidas que, directa o indirectamente, critican. Si ellos estuviesen en el gobierno central, habrían tomado las mismas medidas y habrían cometido los mismos errores o aún más. De hecho, esos partidos, que actualmente son tres pero antes eran uno solo, el Partido Popular (ver enlaces 1, más abajo), hicieron recortes en el sistema de salud, que podría haber estado en mejores condiciones para atender a los pacientes, de no haberse hecho esos recortes. Aparte de los tres partidos que tienen gran representación nacional, también hay otros partidos de derechas en las comunidades autonómicas. Los que tienen mayor representación son lo el PNV en el País Vasco y el JxCat en Catalunya.
No se puede culpar al gobierno central de los errores que se cometieron antes. Además, el gobierno central no gobierna solo. España está dividido en autonomías. Cada una de ellas es responsable del sistema de salud de su comunidad. Ellas tienen independencia para comprar equipos de salud, por ejemplo, además de lo que pueden recibir si las adquisiciones las hace el gobierno central. Cuando se critica las cifras que da el gobierno central sobre afectados y fallecimientos, parece olvidarse que esas cifras están basadas en los datos que entrega cada comunidad autónoma.
En efecto, los partidos de derechas y algunos otros partidos culpan al gobierno de las muertes, de muchos sanitarios contagiados, de que no haya habido equipos suficientes en los hospitales, de que no haya habido mascarillas ni posibilidades de test (en español, pruebas) para toda la población. Es decir, el gobierno tendría que haber tenido una varita mágica y hacer aparecer casi cincuenta millones de kits para pruebas y mínimo más de trescientos millones de mascarillas (porque no basta con una sola para cada persona). Eso sería absurdo y no se ha hecho ni se hará en ningún país del mundo. No hay lógica ni sentido común alguno que avale esas absurdas exigencias.
Nota 1 del 2 de mayo, 2020: Sobre los test o pruebas, no basta con uno solo y a veces ni siquiera con dos. Para tener mayor seguridad de que una persona es positiva, hay que hacer una radiografía. Los costos para hacer esas pruebas masivas (a toda la población) serían de una magnitud que ningún país podría financiar.Debemos reflexionar muy produndamente y entender que no se puede responsabilizar de todos los errores a ningún gobierno del mundo. Todos han cometido errores, unos más que otros. La falta de equipos y de medidas tempranas para controlar la pandemia es una responsabilidad de todos y de los principales partidos políticos que han tenido la posibilidad de proponer soliciones alternativas y con base científica y económica. En todo el mundo se han contagiado los sanitarios, por ejemplo. ¿Y qué se esperaba o suponía que pudiera pasar? Los médicos y enfermeros son seres humanos, como el resto de la población. No son seres con superpoderes ni se los puede proteger cien por ciento. Siempre han estado y estarán expuestos a contagios. Ellos también han cometido errores, como todos los demás. Pero ellos también aprenden, ahora, como estamos aprendiendo todos. El autor de este blog fue sanitario en la década de los setenta y sabe muy bien de lo que habla. Pero no es necesario haberlo sido sido para entender algo tan obvio.
Nota nro 2 del 2 de mayo, 2020: vídeo de la rueda de prensa del presidente español Pedro Sánchez, hoy: VER AQUÍ
El partido de más extrema derecha, VOX, acusa al gobierno de autoritarismo. Tanto VOX como el PP acusan al gobierno central de ser causante de la catástrofe económica que afectará al país. Estos partidos políticos solo buscan excusas para derrocar a un gobierno que amenaza los privilegios de la élite económica española. No tienen un programa ni tienen propuestas. Lo poco positivo que dicen es copia, muchas veces, de lo que han propuesto el PSOE y la izquierda. Poco a poco, a pesar de haber aprobado antes las medidas del gobierno y ser, por supuesto, corresponsables de las consecuencias, intentan romper la unidad de la sociedad española, utilizando su poder en el Congreso de Diputados y en el Senado, además de utilizar las comunidades autónomas y los ayuntamientos que controlan. Para ello cuentan con la complicidad de algunos partidos nacionalistas (independistas). Por ahora, es solo VOX el partido que ha insinuado un Golpe de Estado, pero la forma de actuar del PP es muy cercana. Su único objetivo es boicotear al gobierno central y derrocarlo, de una u otra forma.
ENLACES 1:
Extracto:
Una aproximación al recorrido histórico de la derecha española durante el siglo XIX y la mayor parte del siglo XX nos mostrará su incapacidad para asumir un régimen democrático y el contrato social y político que fundamentan el Estado de derecho alumbrado por las revoluciones burguesas que se suceden en la Europa moderna y contemporánea.
Extracto:
En el ocaso de la dictadura, se conformó un sector de ultraderecha que actuó como lobby político, designado popularmente como el Bunker, que sería el germen de la gran mayoría de los partidos de la extrema derecha durante la transición. Los dos grupos hegemónicos de este sector fueron: Fuerza Nueva y la Confederación Nacional de Ex Combatientes.
La ultra-católica Fuerza Nueva, liderada por Blas Piñar, fundada en 1967, aglutinó a gran parte de los elementos más nostálgicos del franquismo y a un sector juvenil muy activo, gozando de gran capacidad de movilización, uno de los rasgos genéticos de la ultraderecha. “Su objetivo prioritario era convertirse en el eje de un movimiento aglutinante de todos aquellos franquistas nostálgicos del espíritu de la Cruzada y partidarios de que el régimen pusiera en práctica una represión más enérgica frente a la oposición y hacer posible la continuidad del sistema” 1/.
Extracto:
Hay una constante invariable en la conducta política de la derecha española. Cuando detenta el poder, se muestra extraordinariamente exigente en lo referido a la lealtad institucional de los demás. Cuando las urnas no le otorgan el poder, sin embargo, ignora deliberadamente toda lealtad hacia la institucionalidad democrática y el interés general de los españoles. Entonces, cualquier propósito, criterio o escrúpulo moral se subordina a la reconquista del poder.
ENLACES 2:
CONTINÚA EN LA TERCERA Y ÚLTIMA PARTE
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