Los medios de comunicación europeos, con la televisión pública española a la cabeza, dieron amplia cobertura a los incidentes que ocurrieron ayer en Venezuela. No se ocultaba en absoluto la simpatía que tenían con Juan Guaidó, quien había liberado a Leopoldo López, quien se encontraba en arresto domiciliario (VER) desde julio de 2017 por motivos de salud. Todo indicaba que un nuevo intento de Golpe de Estado estaba en marcha en Venezuela y esta vez sí que tendría éxito. Todas las noticias de RTVE denotaban júbilo y alentaban a los venezolanos residentes en España a reunirse con otros venezolanos que ya se manifestaban frente a la Puerta del Sol.
Pero en el transcurso del día se iba mitigando el entusiasmo de los medios de comunicación afines a los intereses de la grandes empresas y de los países que dominan la política internacional, obedientes a las directivas emanadas del gobierno de Estados Unidos. El nuevo intento de Golpe de Estado no tuvo éxito y lo que se pudo verificar fue un absurdo intento de dar la sensación de que el pueblo venezolano se rebelaría contra el gobierno constitucional de Nicolás Maduro. Los vídeos que se han publicado desde la televisión pública venezolana muestran cómo se intentó dividir a las fuerzas armadas y al pueblo venezolano con engaños de todo tipo. Se intentó hacer creer, por ejemplo, que Guaidó y López se habían apoderado de la Base Militar La Carlota, lo que era totalmente falso (VER). Leopoldo López está en paradero decsonocido. Primero estuvo en la embajada de Chile y presuntamente se trasladó a la embajada de Espana. Tanto este líder opositor como su "liberador" Guaidó son ahora prófugos de la justicia y pueden ser detenidos en cualquier momento, si no logran esconderse en alguna embajada. Los dos abandonaron a los pocos militares que les siguieron en la aventura golpista, a su suerte.
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