Todos estamos preocupados por el desarrollo de la pandemia. A todos nos afectará o ya nos ha afectado, de una u otra forma. Pero el grupo que ha sido más afectado es de las personas mayores. En ese grupo hay pacientes de una u otra enfermedad. Muchas veces, sufren de varias patologías. Por lo tanto, no por la edad, sino por las consecuencias de esas patologías, son más vulnerables. Si esa gente, además, está hacinada en un recinto donde hay decenas o cientos de pacientes que están en las mismas condiciones de salud, las posibilidades de enfermar gravemente, aumentan. Y es lo que ha pasado. De acuerdo a una de las últimas informaciones de la OMS, el 50% de los decesos causados por la pandemia en Europa, han ocurrido en los geriátricos.
En Suecia se ha prohibido las visitas a los geriátricos, para proteger a los mayores. También se recomienda que estas personas no salgan. Las condiciones ambientales en las que viven estas personas les permite mayor seguridad que en otros países, donde el riesgo de hacinamiento es mayor.
Este es una de las tantas cosas que deben cambiar en el futuro. Los geriátricos deberán equiparse mejor y se deberá garantizar las distancias entre las personas. Si hay enfermos, debe de haber, por lo menos, una enfermera. Lo mismo ocurre con las guarderías infantiles. Allí también se debe tomar medidas suficientes para proteger a los niños. Sobre esto, el autor de este blog propuso hace muchos anos, el asilamiento de los niños que presenten síntomas de enfermedad infecciosa, en una sección del mismo recinto, con la ayuda de una enfermera. Esa idea, como muchas otras, jamás llegaron a alguien que tuviera poder de decisión.
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