Las políticas liberales y neoliberales de los gobernantes europeos ya están cansando a los trabajadores, los que no encuentran un camino que los lleve a superar su actual estado: inseguridad laboral, disminución de sus salarios, la falta de viviendas, aumento de edad para recibir sus pensiones, etc.
La crisis inmobiliaria (la última de las muchas crisis del capitalismo) que nació en Estados Unidos y que luego arrastró a todo el continente europeo y de rebote los otros continentes, trajo consecuencias que nadie esperaba.
Los gobiernos, tanto estadounidense como europeos, apoyaron económicamente a los banqueros -que habían provocado o favorecido la crisis- dejando a un lado a los que realmente necesitaban ayuda: los trabajadores y los pequeños empresarios.
Lamentablemente no hay partidos de izquierda que sean lo suficientemente fuertes como para canalizar las protestas y presentar una alternativa distinta al capitalismo. Las falsas "sociedades del bienestar" se desmoronan y no hay atisbos de recuperación.
Las grandes masas de trabajadores, desempleados y pensionados están navegando a la deriva. Los partidos de izquierda se suman a las protestas, pero son demasiado débiles y no son aceptados más que como comparsa.
Decenios de propaganda anticomunista y antisocialista, especialmente en aquellos países que sufrieron dictaduras como el Franquismo en España o que participaron junto a los nazis y fascistas, o colaboraron con elllos, son los que se inclinan más hacia la derecha. Por eso, pese a haber gobiernos de derechas, vuelven a ganar partidos de derechas. Donde hay gobiernos socialdemócratas ganan también los partidos de derechas. Y con ellos ganan adeptos los partidos de ultraderecha, de clara inspiración racista. Todo hace prever, por ejemplo, que el PP español garaná en las próximas elecciones españolas. Esto, gracias a que los socialdemócratas españoles se han arrodillado ante Bruselas y ante el Imperio Norteamericano y se han visto obligados a adoptar medidas que afectan a los trabajadores y que favorecen a los grandes empresarios. Hipócritamente, el PP hace alarde de defender a los más desposeídos y ataca las medidas que ellos mismos tomarían aún con mayor virulencia en contra de los trabajadores, si estuvieran en el gobierno. En Grecia pasará algo similar.
Los sindicatos salen a la calle el 29 de septiembre. Es una huelga que debía haberse hecho ya antes. Pero más vale tarde que nunca. ¡Enhorabuena! Ojalá que esa acción sirva de algo, aunque de nada sirven otras medidas, mientras no se hagan cambios estructurales en el Modo de Producción de la sociedad capitalista. Para ello es necesario que nazca un movimiento revolucionario que aglutine a todas las fuerzas de izquierda y a todos los trabajadores conscientes. Ojalá la huelga sea el comienzo de una corriente de opinión que dentro de algunos meses o años haga nacer ese movimiento revolucionario.
ENLACES:
HUELGA, HACERLA O NO HACERLA...
ENLACES 29 DE SEPTIEMBRE:
LOS SINDICATOS TIENEN ESPERANZAS...
MANIFESTACIÓN EN BARCELONA
SINDICATOS HACEN BALANCE POSITIVO
ENLACE DEL 30 DE SEPTIEMBRE
PÚBLICO
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