LA VERDAD, SIEMPRE LA VERDAD.

Bienvenidos a leer mi blog. Espero que su lectura les sea útil. La finalidad del mismo es entregar información veraz, analizar articulos de medios tradicionales de comunicación y hacer un aporte positivo, en forma respetuosa. Apoyo la libertad de expresión, pero no el libertinaje, basado en la mentira, la manipulación y el engaño. Apoyo la defensa del ecosistema, amenazado por la explotación irresponsable de los recursos del planeta por parte de empresas a las que sólo les interesa acumular riquezas, en desmedro del bienestar de la Humanidad.

Buscar este blog

Vistas de página en total

martes, 25 de enero de 2011

MOLINOS DE VIENTO

Muchos son los molinos de viento que los quijotes modernos deben combatir. Con su Sancho imaginario a su lado (lidiando con su burro) y montado en su flácido Rocinante, un quijote sueña, se imagina un futuro maravilloso, no el de encontrar y salvar a su Dulcinea, sino atravesar el umbral de la VERDAD. Y propagarla a los cuatro vientos, dársela a conocer a todos los desposeídos que encuentra a su paso, lejos de las urbes o dentro de ellas, en los suburbios o en los recónditos rincones de los cascos centrales.

Pero el quijote moderno no es tan optimista como el verdadero Quijote. Se siente solo y desesperanzado, la mayoría de las veces. Hablar con las piedras es lo mismo que hablar con personas, por muy cultas que éstas sean o por muy interesadas que parezcan en su discurso.

Las palabras se las lleva el viento y los molinos de la televisión, con sus telenovelas y su progapanda constante para aumentar el consumismo y el embrutecimiento inconsciente, novela tras novela, mensaje tras mensaje, con aspas demoledoras de conciencia y de ideas, las hace desaparecer.

El quijote quiere hablar de cuidar la salud y el ambiente, pero caras pícaras y risueñas se burlan, mientras sorben burbujas de Coca-Cola o de cualquier otro veneno con azúcar u otros endulzantes que ocasionan enfermedades.

El quijote quiere hablar de Justicia Social, de igualdad y de humanismo, pero los sordos oídos de sus interlocutores sólo piensan cómo llenar sus barrigas con "deliciosos" manjares de los que se escurre una grasa pegajosa que va acumulando colesterol en las vías circulatorias. No, no piensan sólo en comer. También piensan en lucir el último reloj o automóvil de moda, aunque en ese momento ni siquiera tienen para una rueda. Piensan no como seres racionales sno como autómatas que estuvieron viendo las telenovelas de la mañana de la larde y de la noche.

El quijote también se encuentra con gente abierta a las ideas. Son progresistas o revolucionarios. Visten camisas y otras prendas de un color determinado, que las identifica con algún partido político. Asisten a marchas y entonan himnos. Hablan de UNIDAD y comparten las ideas más avanzadas, aunque muchas de esas ideas no las entiendan. Pero muchos se pelean entre ellos y parecen adversarios, más entre ellos mismos que con los verdaderos adversarios. Y cuando llega el momento de trabajar, de estudiar y discutir a fondo los principios fundamentales de una sociedad de igualdad, siempre surgen otras cosas más importantes.

No son pocos los dirigentes o funcionarios de alto nivel, que se acostumbran a mirar por sobre el hombro cuando alguien les ofrece ayuda y creen que nadie les puede enseñar algo a ellos porque ya lo saben todo. Y no sólo eso, también "lo pueden hacer todo".

Así va el quijote, buscando la verdad, siempre buscando nuevas ventanas del saber. No lee libros de caballería, pero sí lee libros de filosofía, de historia y economía. Y lee la vida que ve. Sigue solo, caminando entre sombras o entre figuras de papel o como pompas de jabón, como las de Antonio Machado: Caminante, no hay camino. Se hace camino al andar. Al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante no hay camino sino estelas en la mar.

El quijote de hoy no es tan optimista como el quijote de Cervantes ni como el caminante de Machado. El quijote de hoy es pesimista, aunque intenta recuperar el optimismo.

Yo soy tan pesimista como ese quijote moderno, aunque a veces recupero la esperanza. Por eso invito a mis lectores a oír el maravilloso poema de Machado en la voz de Joan manuel Serrat:


:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::...

No hay comentarios: