En Venezuela ya la mayoría de los ciudadanos están descansando. Dentro de algunas horas se levantarán los militantes de los partidos políticos, los miembros de las mesas electorales, los testigos de esas mesas y los funcionarios del CNE. Todos ellos empezarán a movilizarse por las calles de todas las ciudades y aldeas del país y formarán largas colas frente a los locales de votación
Es una nueva fecha histórica, que definirá el rumbo de la actual Revolución Socialista, liderada por el presidente Hugo Chávez.
Todo indica que las elecciones se van a desarrollar en forma normal, aunque hay muchos planes para hacerlas fracasar o por desconocer los resultados que emita el CNE.
Lamentablemente las lluvias han afectado a muchas zonas del país y en Caracas ha habido que lamentar pérdida de vidas humanas y muchas viviendas destruidas. Los esfuerzos del gobierno por paliar los efectos de las precipitaciones han sido enormes y efectivos. Sin embargo, la oposición hace todo lo posible por acusar a las autoridades de la causa de los muertos para obtener dividendos políticos, especialmente en las elecciones de hoy (mañana). En el programa LA HOJILLA, de Mario Silva se hace referencia a las campañas de difamación lideradas por GLOBOVISIÓN.
Invito a mis lectores a leer mi anterior artículo, en el que me refiero al triunfalismo de los socialistas y de la izquierda, en general. VER.
Sea cual sea el resultado de las elecciones, el gobierno deberá tomar medidas para profundizar la Revolución y hacer una revisión profunda de todos los errores que se han cometido hasta ahora, errores que se cometen por falta de información adecuada y por ineficacia en el combate contra la corrupción, incrustada en la burocracia heredada de los gobiernos anteriores y que contagia a muchos funcionarios, tanto de oposición como de gobierno.
Uno de los errores que conozco más directamente son los créditos que se entregan a los consejos comunales. En muchos casos se han desviado los recursos entregados y se ha estafado a las instituciones financieras del Estado, a veces con la complicidad o instigación de funcionarios de esas entidades financieras, como Fondas.
Se debe crear mecanismos de supervisión que logren detectar todas esas desviaciones y que obligue a los responsables a reconocer sus errores o delitos, de tal forma que el estado venezolano recupere todo el dinero que no se ha utilizado en forma correcta.
La preparación de los ciudadanos de las distintas comunidades ha sido deficiente y eso debe corregirse, de tal modo que se elija como voceros a las personas más idóneas y honestas.
Hay muchos otros errores que se deben corregir, como la atención en PDVAL, por ejemplo. Esa red de distribución de alimentos fue creada para combatir la especulación y el acaparamiento. Lamentablemente no ha logrado cabalmente su objetivo. En la mayoría de los locales de PDVAL se puede ver los anaqueles vacíos, la mayoría de las veces. En el local de la ciudad Casigua del Cubo se puede adquirir sólo unos cuatro o cinco productos. Hay dos cajas y en ellas trabajan varias personas, además de una persona que controla la entrada y otra que controla la salida. No sé cómo son los salarios de esas personas ni quien los paga. Pero es demasiada fuerza de trabajo para el dinero que reciben de los pocos clientes que entran a comprar.
En los locales de Mercal pasa algo similar, aunque se puede encontrar mayor cantidad de productos y a precios mucho más bajos. Pero nunca están todos los productos de la cesta básica.
Tanto en Mercal como en PDVAL se forman largas colas cuando llegan algunos productos de los más solicitados. pero no todos los que hacen las colas logran adquirir esos productos, lo que origina mucho m alestar entre los clientes.
Lo anterior indica que, lamentablemente, no se ha logrado ganar la batalla contra la especulación. El estado venezolano y los trabajadores han logrado aumentar la produccuión de muchos alimentos, con ayudas a los agricultores y gracias a nuevas plantas procesadoras y envasadoras. Pero la mayor parte de la producción, distribución y venta de los alimentos está en manos privadas, en las que dominan grandes consorcios como LA POLAR.
El acaparamiento y la especulación continúan. Eso es provocado, en primer lugar por grandes comerciantes y por las campañas mediáticas de la oposición. Luego sigue aumentando gracias a la psicosis producida entre la mayoría de los ciudadanos, que se apresuran a comprar grandes cantidades de productos básicos. Finalmente todos se contagian y toda la gente compra dos litros de aceite aquí y allá, hoy y mañana y pasado mañana en distintos lugares. O dos kilos de azúcar, arroz, harina o lo que sea. La consecuencia es que en cada hogar hay varios kilos de productos que muchas veces se deterioran por estar mucho tiempo almacenados. Son centenares de miles de toneladas de productos que deberían estar en los anaqueles de los supermercados y a precios más bajos.
Los dirigentes de la oposición se alegran de que eso ocurra, porque saben que la dificultad para encontrar esos productos es algo que afecta enormemente a los ciudadanos. Cada nuevo día que pasa sin encontrar un kilo de leche o de otro producto son muchos nuevos ciudadanos descontentos, a los que se logra convencer de que la culpa de todo eso es del gobierno.
Por eso la campaña ha sido difícil para el PSUV. La mayoría de sus militantes son optimistas. Pero hay algunos muy pesimistas, que no creen que el PSUV podrá lograr los dos tercios de los diputados, para llevar a cabo todos los proyectos revolucionarios.
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