NUEVO ATENTADO CONTRA POLÍTICOS, EN ESTADOS UNIDOS, ESTA VEZ CONTRA LA DIPUTADA DEMÓCRATA GABRIELLE GILFORDS.
Nuevamente se ha derramado sangre de seres inocentes, en Estados Unidos, país donde cualquiera puede llevar un arma debajo del brazo, a menos que sea musulmán o extranjero.
¿Es la acción aislada de un desequilibrado mental? ¿O es obra de la maquinación de un grupo político para intimidar a los diputados que desean cambiar una vergonzosa política de inmigración y porque era partidaria de una mejor atención sanitaria para su pueblo?
¿Será el muchacho de 22 años un nuevo Lee Harvey Oswald? Es posible que el aún no identificado asesino corra peligro de muerte. Si es asesinado, nunca sabremos la verdad.
Es posible que sea un enfermo mental, un fanático alienado, que se ha dejado llevar por los discursos de odio de la ultraderecha norteamericana. Un asesino siempre tiene algún tipo de perturbación en su cerebro. Eso no significa que no sea responsable de sus actos. Más, aquellos políticos o periodistas que incitan al odio, son tan culpables como el autor material de los hechos. Lamentablemente, en todo el mundo hay medios que se dedican a acusar y condenar a los adversarios, deseándoles la muerte o el peor de los castigos, únicamente por pensar en forma distinta. Y siempre habrá fanáticos que se dejen inducir por los manipuladores a cometer esos graves delitos.
ENLACES:
No hay comentarios:
Publicar un comentario