El ex agente de la CIA, cuya extradición pide Venezuela por un atentado contra un avión cubano, en la protesta del jueves. - J. Skipper / reuters
Gran apoyo a las damas de blanco, en Miami. Toda la flor y nata del exilio cubano, desde humildes trabajadores que fueron a buscar una vida mejor a las grandes metrópolis norteamericanas, junto a los ex dueños de burdeles de La Habana, a terratenientes que mantenían en la miseria a los campesinos y los representantes de las grandes empresas multinacionales que exprimían a Cuba de sus recursos naturales. Muchos de ellos ya son ancianos. Pero quedan los hijos y los nietos de aquellos explotadores, los que se consideran legítimos herederos de las tierras y las instalaciones que tuvieron que dejar cuando huyeron de Cuba, después del triunfo de la Revolución.
También de blanco iba un personaje, terrorista y asesino confeso de haber hecho explotar un avión cubano con 73 personas a bordo. Los que murieron eran hombres y mujeres inocentes, tripulantes de un avión que servía los intereses de su patria y deportistas que daban gloria a sus compatriotas, con cada triunfo en las competencias deportivas.
Pero eso está olvidado (aunque muchos lo aplauden en secreto o abiertamente). El señor Posada Carriles manifiesta su apoyo a las damas de blanco. ¡Cómo iba a ser de otra manera!
Este personaje, como muchos otros terroristas, se encuentra gozando de amplia libertad en Estados Unidos y puede darse el lujo de dar entrevistas en la televisión y participar en todas las posibles actividades y campañas contra el gobierno cubano.
Seguramente, este y otros personajes están dispuestos a regresar a Cuba, después del triunfo de la contrarrevolución, de la que ellos están seguros sucederá, gracias al apoyo irrestricto de la CIA y todos los órganos de poder norteamericanos y los aliados que tienen en todo el mundo, especialmente en Europa.
Cuando regresen (piensan estos señores y señoras), después de una nada fácil guerra civil, estarán dispuestos a recuperar todas las tierras y propiedades que dejaron abandonadas o que fueron confiscadas por sus actividades terroristas y antipatriotas.
Después de eliminar a todos sus enemigos y restaurar la antigua "democracia cubana" podrían trasladar todos sus tesoros (recaudados en cincuenta años de exilio en los casinos, empresas de transporte y muchas otras, además de lo recaudado por las ayudas conseguidas de "defensores de la democracia" y de sus actividades mercenarias, de narcotráfico y terrorismo) a la isla caribeña.
Entonces podrán reunirse en una gran manifestación con la damas de blanco que marcharon la semana pasada y que seguramente lo seguirán haciendo en el futuro. Y llegará a Cuba Gloria Estefan a cantar sus salsas, mientras el terrorista Posada Carriles batirá las palmas, coronado por laureles de victoria, brindando con un embajador norteamericano y grandes empresarios, de blancas camisas y coloridas corbatas: una nueva era para Cuba, sin bloqueo económico y con milles de millones de dólares para vover a cosntruir prostíbulos y hermosos edificios con centros comerciales para una clase social, mientras se explota nuevamente a la gran masa trabajadora.
Esos son los sueños de los que hoy gozan con las marchas de las damas de blanco. Y ya se los puede ver a todos juntos, unidos por la misma causa, en Miami.
Ahora está por verse si es más fuerte la revolución socialista o la contrarrevolución capitalista.
Los que vemos todo esto, desde fuera de Cuba y fuera de Miami, sólo podemos ser espectadores, aunque la conciencia de cada uno estará con uno u otro bando, porque no hay término medio.
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