Foto de Joseph Ratzinger, el actual Papa Benedicto XVI, cuando era soldado del ejército nazi.
Pocas veces coincidimos en nuestras apreciaciones, el Papa y yo. Y no es porque no seamos de la misma religión. Es porque somos de distinta condición social y tenemos profesiones disferentes. Nuestras experiencias también son distintas. Aunque algo tuvimos en común, en nuestra juventud. No, común no es la palabra, porque yo no sabía que los demócratacristianos habían sido falangistas. El sí sabía que que los nazis eran nazis. Y fué integrante del ejército de Hitler (VER).
Tal vez habría que decir, bueno, es que todos los niños y jóvenes eran nazis, en aquella época, en lo que ellos creían era la cuna de la raza aria, la raza superior a las otras razas, la que estaba destinada a dominar el mundo. Y había otra raza que competía con ellos, que también creen tener el derecho a dirigir el mundo. A esa raza había que eliminarla, como también había que eliminar a los comunistas, a los gitanos y a todos aquellos que no se dejaran dominar fácilmente.
Los nazis perdieron la guerra. ¿Sería Papa, el señor Ratzinger hoy, si Hitler hubiera ganado?
Nunca lo sabremos. Pero el señor Ratzinger es Sumo Pontífice, el máximo representante de una de las más grandes religiones cristianas. Como tal, se debe respetarlo y tener en consideración sus opiniones. No porque sus opiniones tengan más valor que las de cualquier otro mortal. Pero su Investidura ha sido impuesta y sus opiniones tienen, para la gran mayoría de ciudadanos del mundo, enorme valor.
El señor Papa ha dicho que sus palabras eran dirigidas a quienes lo estaban oyendo directamente, en el Vaticano y a quienes estaban rezando con él, a través de la radio y la televisión. ¿Quiere decir que no le interesa que sus palabras lleguen al resto de los ciudadanos?
Pero han llegado, gracias a la infaltable cobertura que tienen todas sus intervenciones en los medios de comunicación. Lo que digan otros líderes religiosos tiene importancia sólo cuando ocurre algo extraordinario. Sin embargo, todo lo que dice el Papa es importante. Curioso ¿No?
Pero, vamos al tema del día... el señor Papa ha cambiado a una vestimenta de color verde (concorde con las luchas de ecologistas). No sé si también se ha desprendido de todo el oro que lo rodea. Pero me parece muy bien que se refiera a un tema tan importente como la defensa del ambiente. También ha dicho que debemos cambiar... cito textualmente: "Se necesita ya un efectivo cambio de mentalidad que induzca a todos adoptar un nuevo estilo de vida".
Es verdad. Hay que cambiar totalmente la mentalidad de todos los ciudadanos. Hay que salvar el planeta, lo venimos diciendo muchos desde hace mucho tiempo. Pero no se trata sólo de hablar. hay que llevar las palabras a la práctica. Una de las formas de empezar a ahorrar energía, por ejemplo, sería limitar el empleo de trillones de bombillos que se encienden en todo el mundo para celebrar la Navidad. Esos bombillos están encendidos las 24 horas del día durante varios días. Si Jesús viviera en esta época, seguro que haría apagar todos esos bombillos. ¿No cree usted? Porque Jesús sería un hombre consciente y se daría cuenta de que si hay que salvar las almas de los humanos, hay que empezar con la defensa del ambiente que los rodea. Creo que en eso deberíamos estar de acuerdo, el Papa y yo... y usted ¿No?.
Ahora, con respecto a las "criaturas". Sí, el señor Papa está de acuerdo en cuidarlas. Pero sin olvidar al ser humano. Por supuesto que no hay que olvidarlo. No creo que alguien se oponga a eso... Pero si cuidamos la fauna (y la flora, no se le olvide) es, justamente, porque esa fauna es necesaria para la subsistencia del ser humano.
Ojalá que piense el señor Papa, que cambiar el color de vestimenta no basta. Hay que actuar y ya. No mañana ni el próximo año, sino en este presente.
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